Nueva Biblia Latinoamericana
En esto sabemos que permanecemos en El y El en nosotros: en que nos ha dado de Su Espíritu. (1 Juan 4:13)
Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. (1 Juan 4:14)
Todo aquél que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. (1 Juan 4:15)
Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él.
En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como El es, así somos también nosotros en este mundo. (1 Juan 4:17)
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. (1 Juan 4:18)
Nosotros amamos porque El nos amó primero. (1 Juan 4:19)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Juan 4:16":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Un amor hasta el fin
Artículo sobre el amor de Dios y cómo podemos experimentarlo a través de nuestra relación con Cristo.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Su amor
El amor de Dios manifestado a través de Jesucristo y cómo permanecer en ese amor para crecer y expresarlo a los demás. El amor práctico como sello del cristiano y el plan de amor de Dios resumido en Juan 3:16.


Dr. Roberto Miranda
Dios con nosotros
El mensaje navideño de Dios con nosotros es que Jesucristo es Dios, accesible a nuestras oraciones y peticiones, nuestro mediador que entiende y ha experimentado nuestras tentaciones y dolores. Aceptarlo como Señor y salvador es experimentar su amor y protección.


Dr. Roberto Miranda
Que estás en los cielos
Artículo sobre la importancia de tener una relación de confianza y reverencia con Dios.


Isaías Rivera
Llenados hasta toda la plenitud de Dios
En este mensaje, el orador habla sobre el amor de Dios y cómo este amor nos hace parte de su familia y nos da una riqueza y gloria que no se pueden medir. Se destaca la importancia de vivir en el amor de Dios y cómo este amor debería ser la base de nuestra vida y carácter.


Te sientes amado
El artículo habla sobre la importancia del amor de Dios en la vida de los cristianos y cómo el conocimiento y la experiencia de este amor es fundamental para vivir una vida arraigada en Jesucristo y su amor. Se destaca el pasaje de Efesios 3:14-21 y se menciona que el amor de Dios es la base de todo lo que hacemos como cristianos.


1 Juan 4:16 - Referencia Cruzada

En esto conocemos el amor: en que El puso Su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. (1 Juan 3:16)
sino como está escrito: "COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO, NI HAN ENTRADO AL CORAZON DEL HOMBRE, son LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LO AMAN." (1 Corintios 2:9)
Desde la antigüedad no habían escuchado ni puesto atención, Ni el ojo había visto a un Dios fuera de Ti Que obrara a favor del que esperaba en El. (Isaías 64:4)
El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. (1 Juan 4:8)
Para el director del coro. Salmo de David, siervo del SEÑOR, el cual dirigió al SEÑOR las palabras de este cántico el día que el SEÑOR lo libró de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Y dijo: "Yo Te amo, SEÑOR, fortaleza mía." (Salmos 18:1)
¡Cuán grande es Tu bondad, Que has reservado para los que Te temen, Que has manifestado para los que en Ti se refugian, Delante de los hijos de los hombres! (Salmos 31:19)
Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a El. (1 Juan 3:1)
Y nosotros hemos creído y sabemos que Tú eres el Santo de Dios." (Juan 6:69)
El que guarda Sus mandamientos permanece en El y Dios en él. Y en esto sabemos que El permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado. (1 Juan 3:24)
¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas. (Salmos 36:7)
A Dios nunca Lo ha visto nadie. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y Su amor se perfecciona en nosotros. (1 Juan 4:12)