Nueva Biblia Latinoamericana
Hermanos, no se maravillen si el mundo los odia. (1 Juan 3:13)
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. (1 Juan 3:14)
Todo el que aborrece a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él. (1 Juan 3:15)
En esto conocemos el amor: en que El puso Su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? (1 Juan 3:17)
Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. (1 Juan 3:18)
En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de El (1 Juan 3:19)

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Romanos 12 (Parte 6)
En este artículo, el autor explora el pasaje de Romanos 12:9 y enseña sobre la importancia de amarnos los unos a los otros sin hipocresía ni agendas escondidas. También se destaca la necesidad de aborrecer el mal y aferrarnos al bien con fuerza y determinación, y de tener emociones fuertes para agradar a Dios. Además, se discute la importancia de mostrar afecto y cariño como si fuéramos familia y de servir a los demás con humildad.


Samuel Acevedo
Amarse unos a otros
El mensaje de esta noche se centra en la relación entre dar y el acceso al poder de Dios y la felicidad. El orador señala que las personas más felices y autorrealizadas que ha conocido también son las que mejor aman a los demás. Jesús nos ordena amarnos unos a otros como él nos ha amado. Si obedecemos este mandamiento, tendremos acceso al gozo del Señor en nuestras vidas. Al amar en nombre de Jesús, tenemos autoridad y unción para hacer su obra en el mundo.


1 Juan 3:16 - Referencia Cruzada

y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con Su sangre, (Apocalipsis 1:5)
Un mandamiento nuevo les doy: 'que se amen los unos a los otros;' que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros. (Juan 13:34)
así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar Su vida en rescate por muchos." (Mateo 20:28)
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: "Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste (redimiste) para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. (Apocalipsis 5:9)
En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a Su Hijo unigénito (único) al mundo para que vivamos por medio de El. (1 Juan 4:9)
Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8)
Pero aunque yo sea derramado como libación (ofrenda líquida) sobre el sacrificio y servicio de su fe, me regocijo y comparto mi gozo con todos ustedes. (Filipenses 2:17)
El que dice que permanece en El, debe andar como El anduvo. (1 Juan 2:6)
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús. (Tito 2:13)
El mismo llevó (cargó) nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados. (1 Pedro 2:24)
Porque estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en el servicio de ustedes hacia mí. (Filipenses 2:30)
los cuales expusieron su vida por mí, a quienes no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los Gentiles. (Romanos 16:4)
Este es Mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado. (Juan 15:12)
Tengan cuidado de sí mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu Santo les ha hecho obispos (supervisores) para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con Su propia sangre. (Hechos 20:28)
al igual que el Padre Me conoce y Yo conozco al Padre, y doy Mi vida por las ovejas. (Juan 10:15)
Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio El mismo por ella, (Efesios 5:25)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito (único), para que todo aquél que cree en El, no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Juan 3:16)
Ustedes saben que no fueron redimidos (rescatados) de su vana manera de vivir heredada de sus padres con cosas perecederas como oro o plata, (1 Pedro 1:18)
Porque también Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu. (1 Pedro 3:18)
y anden en amor, así como también Cristo les amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma. (Efesios 5:2)