Nueva Biblia Latinoamericana
Les escribo a ustedes, padres, porque conocen a Aquél que ha sido desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les he escrito a ustedes, niños, porque conocen al Padre. (1 Juan 2:13)
Les he escrito a ustedes, padres, porque conocen a Aquél que ha sido desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al maligno. (1 Juan 2:14)
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. (1 Juan 2:15)
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida (las riquezas), no proviene del Padre, sino del mundo.
El mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. (1 Juan 2:17)
Hijitos, es la última hora, y así como oyeron que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la última hora. (1 Juan 2:18)
Ellos salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros. (1 Juan 2:19)

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1 Juan 2:16 - Referencia Cruzada

Cuando vi entre el botín un hermoso manto de Sinar y 200 siclos (2.28 kilos) de plata y una barra de oro de cincuenta siclos de peso, los codicié y los tomé; todo eso está escondido en la tierra dentro de mi tienda con la plata debajo." (Josué 7:21)
Por eso llamaron a aquel lugar Kibrot Hataava (Tumbas de la Codicia), porque allí sepultaron a los que habían sido codiciosos. (Números 11:34)
Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (Gálatas 5:24)
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro, de manera que ustedes no pueden hacer lo que deseen. (Gálatas 5:17)
Hice un pacto con mis ojos, ¿Cómo podía entonces mirar a una virgen? (Job 31:1)
Por tanto, el orgullo es su collar; El manto de la violencia los cubre. (Salmos 73:6)
especialmente a los que andan tras la carne en sus deseos corrompidos y desprecian la autoridad. Atrevidos y obstinados, no tiemblan cuando blasfeman de las majestades angélicas, (2 Pedro 2:10)
el rey reflexionó, y dijo: "¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?" (Daniel 4:30)
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. (Tito 3:3)
enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, (Tito 2:12)
para vivir el tiempo que le queda en la carne, ya no para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios. (1 Pedro 4:2)
Inclina mi corazón a Tus testimonios Y no a la ganancia deshonesta. (Salmos 119:36)
El populacho que estaba entre ellos tenía un deseo insaciable; y también los Israelitas volvieron a llorar, y dijeron: "¿Quién nos dará carne para comer? (Números 11:4)
Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica. (Santiago 3:15)
Entre ellos también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente (de los pensamientos), y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. (Efesios 2:3)
Como hijos obedientes, no se conformen a los deseos que antes tenían en su ignorancia, (1 Pedro 1:14)
los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban. (Génesis 6:2)
No codicies su hermosura en tu corazón, Ni dejes que te cautive con sus párpados. (Proverbios 6:25)
Los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan por ella, porque ya nadie compra sus mercaderías: (Apocalipsis 18:11)
Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron. (1 Corintios 10:6)
Estos son murmuradores, criticones, que andan tras sus propias pasiones. Hablan con arrogancia, adulando a la gente para obtener beneficio. (Judas 1:16)
Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. También dio a su marido que estaba con ella, y él comió. (Génesis 3:6)
Antes de que hubieran satisfecho su deseo, Mientras la comida aún estaba en su boca, (Salmos 78:30)
Amados, les ruego como a extranjeros y peregrinos, que se abstengan de las pasiones carnales que combaten contra el alma. (1 Pedro 2:11)
Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no piensen en proveer para las lujurias de la carne. (Romanos 13:14)
El que ama el dinero no se saciará de dinero, Y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias. También esto es vanidad. (Eclesiastés 5:10)
Otra vez el diablo Lo llevó a un monte muy alto, y Le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, (Mateo 4:8)
Y en sus corazones tentaron a Dios, Pidiendo comida a su gusto. (Salmos 78:18)
Pues hablando con arrogancia y vanidad, seducen mediante deseos carnales, por sensualidad, a los que hace poco escaparon de los que viven en el error. (2 Pedro 2:18)
en el año tercero de su reinado, ofreció un banquete para todos sus príncipes y servidores, estando en su presencia los oficiales del ejército de Persia y Media, los nobles y los príncipes de sus provincias. (Ester 1:3)
Pero Yo les digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón. (Mateo 5:28)
El diablo Lo llevó a una altura, y Le mostró en un instante todos los reinos del mundo. (Lucas 4:5)
El Seol y el Abadón nunca se sacian; Tampoco se sacian los ojos del hombre. (Proverbios 27:20)