Nueva Biblia Latinoamericana
Porque en los muchos sueños y en las muchas palabras hay vanidades; tú, sin embargo, teme (reverencia) a Dios. (Eclesiastés 5:7)
Si ves la opresión del pobre y la negación del derecho y de la justicia en la provincia, no te sorprendas del hecho, porque un oficial vigila sobre otro oficial, y hay oficiales superiores sobre ellos. (Eclesiastés 5:8)
Con todo, es de beneficio para el país que el rey mantenga cultivado el campo. (Eclesiastés 5:9)
El que ama el dinero no se saciará de dinero, Y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias. También esto es vanidad.
Cuando aumentan los bienes, Aumentan también los que los consumen. Así, pues, ¿cuál es la ventaja para sus dueños, sino verlos con sus ojos? (Eclesiastés 5:11)
Dulce es el sueño del trabajador, Coma mucho o coma poco; Pero la hartura del rico no le permite dormir. (Eclesiastés 5:12)
Hay un grave mal que he visto bajo el sol: Las riquezas guardadas por su dueño para su mal. (Eclesiastés 5:13)

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Eclesiastés 5:10 - Referencia Cruzada

Todo el trabajo del hombre es para su boca, Sin embargo su apetito no se sacia. (Eclesiastés 6:7)
Y apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a conocer la locura y la insensatez. Me di cuenta de que esto también es correr tras el viento. (Eclesiastés 1:17)
Porque a la persona que Le agrada, El le ha dado sabiduría, conocimiento y gozo; pero al pecador le ha dado la tarea de recoger y amontonar para dárselo al que agrada a Dios. Esto también es vanidad y correr tras el viento. (Eclesiastés 2:26)
Además, el vino traiciona al hombre arrogante, De modo que no se queda en casa. Porque ensancha su garganta como el Seol (región de los muertos), Y es como la muerte, que nunca se sacia; Reúne para sí todas las naciones, Y recoge para sí todos los pueblos. (Habacuc 2:5)
No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; (Mateo 6:19)
Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma: como muere el uno así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento de vida; el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad. (Eclesiastés 3:19)
Y aborrecí la vida, porque me era penosa la obra que se hace bajo el sol, pues todo es vanidad y correr tras el viento. (Eclesiastés 2:17)
Ese es el hombre que no quiso hacer de Dios su refugio, Sino que confió en la abundancia de sus riquezas Y se hizo fuerte en sus malos deseos." (Salmos 52:7)
Consideré luego todas las obras que mis manos habían hecho y el trabajo en que me había empeñado, y resultó que todo era vanidad y correr tras el viento, y sin provecho bajo el sol. (Eclesiastés 2:11)
No confíen ustedes en la opresión, Ni en el robo pongan su esperanza; Si las riquezas aumentan, no pongan el corazón en ellas . (Salmos 62:10)
La sanguijuela tiene dos hijas, que dicen: "¡Dame!" "¡Dame!" Hay tres cosas que no se saciarán, Y una cuarta que no dirá: "¡Basta!" (Proverbios 30:15)
Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores. (1 Timoteo 6:10)
He visto que todo trabajo y toda obra hábil que se hace, es el resultado de la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento. (Eclesiastés 4:4)
Para el director del coro. Masquil de David, cuando fue Doeg el Edomita e informó a Saúl, diciéndole: "David está en casa de Ahimelec." ¿Por qué te glorías del mal, oh poderoso? La misericordia de Dios es constante. (Salmos 52:1)
No tenía fin la multitud de todos los que lo seguían, y ni aun los que vendrán después estarán contentos con él; pues también esto es vanidad y correr tras el viento. (Eclesiastés 4:16)
También les dijo: "Estén atentos y cuídense de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes." (Lucas 12:15)
Había un hombre solo, sin sucesor, Que no tenía hijo ni hermano, Sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, Y nunca se preguntó: "¿Para quién trabajo yo Y privo a mi vida del placer?" También esto es vanidad y tarea penosa. (Eclesiastés 4:8)
Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o apreciará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas. (Mateo 6:24)