Nueva Biblia Latinoamericana
Doy gracias a Dios, a quien sirvo con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones, (2 Timoteo 1:3)
deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de alegría. (2 Timoteo 1:4)
Porque tengo presente la fe sincera (no fingida) que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. (2 Timoteo 1:5)
Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (de disciplina). (2 Timoteo 1:7)
Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero Suyo, sino participa conmigo en las aflicciones por el evangelio (las buenas nuevas), según el poder de Dios. (2 Timoteo 1:8)
El nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según Su propósito y según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad, (2 Timoteo 1:9)

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2 Timoteo 1:6 - Referencia Cruzada

Y todas las mujeres cuyo corazón las llenó de habilidad, hilaron pelo de cabra. (Éxodo 35:26)
Pero teniendo diferentes dones, según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si el de profecía, úsese en proporción a la fe; (Romanos 12:6)
Llamando a diez de sus siervos, les repartió diez 10 minas (salario de unos mil días) y les dijo: 'Negocien con esto hasta que yo regrese.' (Lucas 19:13)
Ahora quiero recordarles a ustedes, aunque ya definitivamente lo saben todo, que el Señor, habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que no creyeron. (Judas 1:5)
Entonces Pedro y Juan les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. (Hechos 8:17)
Entonces Moisés llamó a Bezalel y a Aholiab y a toda persona hábil en quien el SEÑOR había puesto sabiduría, y a todo aquél cuyo corazón le impulsaba a venir a la obra para hacerla. (Éxodo 36:2)
de la enseñanza sobre lavamientos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. (Hebreos 6:2)
Según cada uno ha recibido un don especial , úselo sirviéndose los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. (1 Pedro 4:10)
No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio. (1 Timoteo 4:14)
Y a uno le dio cinco talentos (108 kilos de plata), a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje. (Mateo 25:15)
Al señalar estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. (1 Timoteo 4:6)
Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso; Habla tú para justificarte. (Isaías 43:26)
Amados, ésta es ya la segunda carta que les escribo, en las cuales, como recordatorio, despierto en ustedes su sincero entendimiento, (2 Pedro 3:1)
Predica la palabra. Insiste a tiempo y fuera de tiempo. Amonesta, reprende, exhorta con mucha (toda) paciencia e instrucción. (2 Timoteo 4:2)
No apaguen el Espíritu. (1 Tesalonicenses 5:19)
Cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas y profetizaban. (Hechos 19:6)
Recuérdales esto, encargándoles solemnemente en la presencia de Dios, que no discutan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha y lleva a los oyentes a la ruina. (2 Timoteo 2:14)
Por tanto, siempre estaré listo para recordarles estas cosas, aunque ustedes ya las saben y han sido confirmados en la verdad que está presente en ustedes . (2 Pedro 1:12)