Cuídense de que nadie los cautive con una vana y engañosa filosofía
Isaías Rivera(Audio: Español)
RESUMEN:
En Colosenses 2:8-17, Pablo advierte a la iglesia sobre las filosofías y sutilezas vacías que tratan de cuestionar y confundir las bases bíblicas del Evangelio. Él enfatiza que la plenitud de la deidad habita en Jesucristo y que en Él hemos sido circuncidados y tenemos una nueva vida. Además, Jesús quitó nuestros pecados y anuló el acta de los decretos que nos acusaban, liberándonos de nuestra prisión. También despojó a los principados y potestades, exhibiéndolos públicamente en un desfile para mostrar su victoria sobre ellos. En resumen, el mensaje de Pablo es que nuestra autoridad y libertad vienen de la persona de Jesucristo, y no de las filosofías humanas.
En Colosenses 2:13-15, Pablo les dice a los Colosenses que Jesús los ha hecho libres de la deuda del pecado y las prácticas religiosas humanas. Jesús desarmó y despojó a los principados y potestades, y los exhibió públicamente. Cuando estamos presos en el pecado, nuestra perspectiva es de una persona que está atada y sin libertad. Pero Jesús nos ha hecho libres y debemos declararlo a las cuatro vientos. Si tenemos una mentalidad negativa, seguimos sombras y lo que no es real o eterno. Debemos seguir a Jesús, que es concreto, real y eterno. Una Iglesia y un pueblo que es libre no tiene límites. Debemos salir de la celda y declarar nuestra libertad en Cristo. Nuestra circuncisión no fue hecha por manos humanas, sino por manos santas de Dios. Alabemos Su gloria y declaremos que somos libres.En esta mañana les invito a ir conmigo a las Escrituras, a la Carta que Pablo le escribió a los Colosenses en el capítulo 2 versos del 8 al 17. Pablo está escribiendo desde la cárcel, quiero que mantengan esa imagen durante el transcurso de la predicación, Pablo está escribiendo desde la cárcel.
Y le dice a la Iglesia en Colosas: «Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo y no según Cristo, porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la deidad, y vosotros estáis completos en Él que es la cabeza de todo principado y potestad. En Él también fuiste circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal en la circuncisión de Cristo, sepultados con Él en el bautismo en el cual también fuisteis resucitados con Él mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.