Nueva Biblia Latinoamericana
Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar (estar presentes) con el Señor. (2 Corintios 5:8)
Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos agradar al Señor. (2 Corintios 5:9)
Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo. (2 Corintios 5:10)
Por tanto, conociendo el temor del Señor, persuadimos a los hombres, pero a Dios somos manifiestos, y espero que también seamos manifiestos en las conciencias de ustedes.
No nos recomendamos otra vez a ustedes, sino que les damos oportunidad de estar orgullosos de nosotros, para que tengan respuesta para los que se jactan en las apariencias y no en el corazón. (2 Corintios 5:12)
Porque si estamos locos, es para Dios; y si estamos cuerdos, es para ustedes. (2 Corintios 5:13)
Pues el amor de Cristo nos apremia (nos controla), habiendo llegado a esta conclusión: que Uno murió por todos, y por consiguiente, todos murieron. (2 Corintios 5:14)

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2 Corintios 5:11 - Referencia Cruzada

Pero Yo les mostraré a quién deben temer: teman a Aquél que, después de matar, tiene poder para arrojar al infierno; sí, les digo: ¡A El, teman! (Lucas 12:5)
Pueden ver y oír que no sólo en Efeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que los dioses hechos con las manos no son dioses verdaderos . (Hechos 19:26)
Si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego que no se apaga, (Marcus 9:43)
Porque no estoy consciente de nada en contra mía. Pero no por eso estoy sin culpa, pues el que me juzga es el Señor. (1 Corintios 4:4)
Porque el que quiera salvar su vida (su alma), la perderá; pero el que pierda su vida por causa de Mí y del evangelio (de las buenas nuevas), la salvará. (Marcus 8:35)
Pues no somos como muchos, que comercian (corrompen) la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, hablamos en Cristo delante de Dios. (2 Corintios 2:17)
Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él se alojaba. Desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la Ley de Moisés como por los Profetas. (Hechos 28:23)
A otros, sálvenlos, arrebatándolos del fuego; y de otros tengan misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne (sus cuerpos). (Judas 1:23)
Por todas partes lo atemorizan terrores, Y lo hostigan a cada paso. (Job 18:11)
En presencia de Su indignación, ¿quién resistirá? ¿Quién se mantendrá en pie ante el ardor de Su ira? Su furor se derrama como fuego, Y las rocas se despedazan ante El. (Nahúm 1:6)
Pero Abraham le contestó: 'Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se persuadirán si alguien se levanta de entre los muertos.'" (Lucas 16:31)
Este persuade a los hombres a que adoren a Dios en forma contraria a la ley," dijeron ellos. (Hechos 18:13)
Por tanto, puesto que tenemos este ministerio, según hemos recibido misericordia, no desfallecemos. (2 Corintios 4:1)
Terminada la reunión de la sinagoga, muchos de los Judíos y de los prosélitos (Gentiles convertidos al Judaísmo) temerosos de Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes, hablándoles, les instaban a perseverar en la gracia de Dios. (Hechos 13:43)
Tú, sólo Tú, has de ser temido; ¿Y quién podrá estar en pie en Tu presencia en el momento de Tu ira? (Salmos 76:7)
He estado afligido y a punto de morir desde mi juventud; Sufro Tus terrores, estoy abatido. (Salmos 88:15)
Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, tratando de persuadir a Judíos y a Griegos. (Hechos 18:4)
Cuando vinieron a él, les dijo: "Ustedes bien saben cómo he sido con ustedes todo el tiempo, desde el primer día que estuve en Asia. (Hechos 20:18)
Pues nuestra exhortación no procede de error ni de impureza ni es con engaño, (1 Tesalonicenses 2:3)
No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a Aquél que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno. (Mateo 10:28)
Al continuar el viaje, hubo gran terror en las ciudades alrededor de ellos, y no persiguieron a los hijos de Jacob. (Génesis 35:5)
A El nosotros proclamamos (anunciamos), amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo. (Colosenses 1:28)
Porque el castigo de Dios es terror para mí, Y ante Su majestad (exaltación) nada puedo hacer. (Job 31:23)
Porque las flechas del Todopoderoso (Shaddai) están clavadas en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Contra mí se juntan los terrores de Dios. (Job 6:4)
Y como colaboradores con El , también les exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios; (2 Corintios 6:1)
Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos: ¡Reconcíliense con Dios! (2 Corintios 5:20)
Y el que no se encontraba inscrito en el Libro de la Vida fue arrojado al lago de fuego. (Apocalipsis 20:15)
Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo. (Gálatas 1:10)
Porque nuestra satisfacción es ésta: el testimonio de nuestra conciencia que en la santidad y en la sinceridad que viene de Dios, no en sabiduría carnal sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia ustedes. (2 Corintios 1:12)
Porque el rey entiende estas cosas, y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto. (Hechos 26:26)
El siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido. (2 Timoteo 2:24)
¿Quién conoce el poder de Tu ira, Y Tu furor conforme al temor (a la reverencia) que se debe a Ti? (Salmos 90:11)
Aterrados están los pecadores en Sion, El temblor se ha apoderado de los impíos. ¿Quién de nosotros habitará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? (Isaías 33:14)
¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo! (Hebreos 10:31)
¡Cómo son destruidos en un momento! Son totalmente consumidos por terrores repentinos. (Salmos 73:19)
Estos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna." (Mateo 25:46)