Hay, asimismo, cuerpos celestiales y cuerpos terrestres, pero la gloria del celestial es una, y la del terrestre es otra.
(1 Corintios 15:40)
Hay una gloria del sol, y otra gloria de la luna, y otra gloria de las estrellas; pues una estrella es distinta de otra estrella en gloria.
(1 Corintios 15:41)
Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible;
(1 Corintios 15:42)
se siembra en deshonra, se resucita en gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder;
se siembra un cuerpo natural, se resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual.
(1 Corintios 15:44)
Así también está escrito: "El primer HOMBRE, Adán, FUE HECHO ALMA VIVIENTE." El último Adán, espíritu que da vida.
(1 Corintios 15:45)
Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual.
(1 Corintios 15:46)
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1 Corintios 15:43 - Referencia Cruzada
Porque ciertamente El fue crucificado por debilidad, pero vive por el poder de Dios. Así también nosotros somos débiles en El, sin embargo, viviremos con El por el poder de Dios para con ustedes.
(2 Corintios 13:4)
Jesús les dijo: "¿No es ésta la razón por la que están ustedes equivocados: que no entienden las Escrituras ni el poder de Dios?
(Marcus 12:24)
Entonces LOS JUSTOS RESPLANDECERAN COMO EL SOL en el reino de su Padre. El que tiene oídos, que oiga.
(Mateo 13:43)
Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces ustedes también serán manifestados con El en gloria.
(Colosenses 3:4)
En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia cual nunca hubo desde que existen las naciones hasta entonces. Y en ese tiempo tu pueblo será librado, todos los que se encuentren inscritos en el libro.
(Daniel 12:1)
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
(2 Corintios 13:14)
Pero Jesús les respondió: "Están equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios.
(Mateo 22:29)
Porque nuestra ciudadanía (patria) está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo,
(Filipenses 3:20)
y conocerlo a El, el poder de Su resurrección y la participación en Sus padecimientos, llegando a ser como El en Su muerte,
(Filipenses 3:10)
Pero el hombre muere y yace inerte. El hombre expira, ¿y dónde está?
(Job 14:10)
El debilitó mis fuerzas en el camino; Acortó mis días.
(Salmos 102:23)
Y Dios, que resucitó al Señor, también nos resucitará a nosotros mediante Su poder.
(1 Corintios 6:14)