Nueva Biblia Latinoamericana
Porque hay esperanza para un árbol Cuando es cortado, que volverá a retoñar, Y sus renuevos no le faltarán. (Job 14:7)
Aunque envejezcan sus raíces en la tierra, Y muera su tronco en el polvo, (Job 14:8)
Al olor del agua reverdecerá Y como una planta joven echará renuevos. (Job 14:9)
Pero el hombre muere y yace inerte. El hombre expira, ¿y dónde está?
Como las aguas se evaporan del mar, Como un río se agota y se seca, (Job 14:11)
Así el hombre se acuesta y no se levanta; Hasta que los cielos ya no existan, No se despertará ni se levantará de su sueño. (Job 14:12)
¡Oh, si me escondieras en el Seol (región de los muertos), Si me ocultaras hasta que Tu ira se pasara, Si me pusieras un plazo y de mí te acordaras! (Job 14:13)

Otras publicaciones relacionadas con "Job 14:10":

Dr. Roberto Miranda
Dios te sacará siempre del Seol
El autor habla sobre la importancia de comprometerse a vivir una vida de perpetua renovación y nunca ceder a la idea de que con el paso del tiempo nos volvemos más débiles y aburridos. También habla sobre la promesa de resurrección después de la muerte y rescate del Seol.


Gregory Bishop
Echar raíces profundas
En este sermón se habla de la importancia de echar raíces profundas en la Palabra de Dios para resistir las presiones del mundo y tener una vida llena de sabiduría y poder.


Job 14:10 - Referencia Cruzada

¿Por qué, pues, me sacaste de la matriz? ¡Ojalá que hubiera muerto y nadie me hubiera visto! (Job 10:18)
Pero los ojos de los malvados languidecerán, Y no habrá escape para ellos; Su esperanza es dar su último suspiro." (Job 11:20)
Si espero que el Seol (región de los muertos) sea mi casa, Hago mi lecho en las tinieblas; (Job 17:13)
Y después de deshecha mi piel, Aun en mi carne veré a Dios; (Job 19:26)
Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró. Al entrar los jóvenes, la hallaron muerta; entonces la sacaron y le dieron sepultura junto a su marido. (Hechos 5:10)
Recuerda, oh Dios, que mi vida es un soplo, Mis ojos no volverán a ver el bien. (Job 7:7)
Así el hombre se acuesta y no se levanta; Hasta que los cielos ya no existan, No se despertará ni se levantará de su sueño. (Job 14:12)
¿Por qué no morí yo al nacer, O expiré al salir del vientre? (Job 3:11)
El impío es derribado por su maldad, Pero el justo tiene un refugio cuando muere. (Proverbios 14:32)
Sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado. (Lucas 16:22)
Cuando Jacob terminó de encargar estas cosas a sus hijos, recogió sus pies en la cama y expiró, y fue reunido a su pueblo. (Génesis 49:33)
Entonces Jesús, clamando otra vez a gran voz, exhaló el espíritu. (Mateo 27:50)