Nueva Biblia Latinoamericana
Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento. (1 Corintios 3:7)
Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa (su propio salario) conforme a su propio trabajo. (1 Corintios 3:8)
Porque nosotros somos colaboradores en la labor de Dios, y ustedes son el campo de cultivo de Dios, el edificio de Dios. (1 Corintios 3:9)
Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima.
Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo. (1 Corintios 3:11)
Ahora bien, si sobre este fundamento alguien edifica con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, (1 Corintios 3:12)
la obra de cada uno se hará evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego será revelada. El fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno. (1 Corintios 3:13)

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La meta del Espíritu Santo es llevarnos a la perfección y asemejarnos a Cristo. Dios nos trata y disciplina para hacernos más aptos para el servicio cristiano y prepararnos para ser buenos testigos. Debemos estar inquietos por cómo Dios nos está usando y cómo estamos contribuyendo al Reino de Dios. Cada cristiano tiene un llamado y un don, y debemos usarlos para el Reino de Dios. Dios espera que paguemos el precio de ser cristianos y que pasemos por el proceso de la crucifixión, la transformación y el trato de Dios. Si no damos fruto, Dios nos quitará. Debemos tener hambre y sed de Dios en nuestras vidas y ser un miembro fidedigno y honroso del Cuerpo de Jesucristo.


Charles Spurgeon
En ninguna parte nuestra labor en el Señor será en vano
Consejos sobre cómo hacer el bien sin esperar recompensa inmediata y confiar en Dios para cosechar los frutos.


1 Corintios 3:10 - Referencia Cruzada

Pero les he escrito con atrevimiento sobre algunas cosas, para así hacer que las recuerden otra vez, por la gracia que me fue dada por Dios, (Romanos 15:15)
Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza. Persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan. (1 Timoteo 4:16)
Es por medio de El que hemos recibido la gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe entre todos los Gentiles, por amor a Su nombre; (Romanos 1:5)
Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas: el primer cimiento, jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; (Apocalipsis 21:19)
Hermanos míos, que no se hagan maestros muchos de ustedes , sabiendo que recibiremos un juicio más severo (mayor condenación). (Santiago 3:1)
Díganle a Arquipo: "Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas." (Colosenses 4:17)
Porque los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo (el Mesías). (2 Corintios 11:13)
Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo. (1 Corintios 3:11)
Las manos de Zorobabel han puesto los cimientos de esta casa, y sus manos la acabarán. Entonces sabrán que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a ustedes. (Zacarías 4:9)
El muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos estaban los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. (Apocalipsis 21:14)
Están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, (Efesios 2:20)
Con este fin también trabajo, esforzándome según Su poder que obra poderosamente en mí. (Colosenses 1:29)
El Predicador, además de ser sabio, enseñó también sabiduría al pueblo; y reflexionó, investigó y compuso muchos proverbios. (Eclesiastés 12:9)
si en verdad han oído de la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para ustedes; (Efesios 3:2)
Jesús respondió: "Cuídense de no ser engañados; porque muchos vendrán en Mi nombre, diciendo: 'Yo soy el Cristo (el Mesías),' y: 'El tiempo está cerca.' No los sigan. (Lucas 21:8)
Da, pues, a Tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?" (1 Reyes 3:9)
El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve (que ministra), que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén. (1 Pedro 4:11)
Y añadió Hiram: "Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha hecho los cielos y la tierra, que ha dado al rey David un hijo sabio, dotado de prudencia y entendimiento, que edificará una casa para el SEÑOR y un palacio real para sí. (2 Crónicas 2:12)
No nos gloriamos desmedidamente, esto es, en los trabajos de otros, sino tenemos la esperanza de que conforme la fe de ustedes crezca, nosotros seremos, dentro de nuestra esfera, engrandecidos aún más por ustedes, (2 Corintios 10:15)
según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me ha sido encomendado. (1 Timoteo 1:11)
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y Su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí. (1 Corintios 15:10)
Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. (Romanos 12:3)
Si para otros no soy apóstol, por lo menos para ustedes sí lo soy; pues ustedes son el sello de mi apostolado en el Señor. (1 Corintios 9:2)
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad. (2 Timoteo 2:15)
Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad. (Daniel 12:3)
¿Qué es, pues, Apolos? ¿Y qué es Pablo? Servidores mediante los cuales ustedes han creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno. (1 Corintios 3:5)
Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró (los rescató), trayendo sobre sí una destrucción repentina. (2 Pedro 2:1)
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a quien su señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su tiempo? (Mateo 24:45)
De esta manera me esforcé en anunciar el evangelio, no donde Cristo ya era conocido, para no edificar sobre el fundamento de otro; (Romanos 15:20)
Cuando Apolos quiso pasar a Acaya, los hermanos lo animaron, y escribieron a los discípulos que lo recibieran. Cuando llegó, ayudó mucho a los que por la gracia habían creído, (Hechos 18:27)
Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; (Mateo 7:24)
Mira, pues, que la luz que en ti hay no sea oscuridad. (Lucas 11:35)