King James Version
Because the carnal mind is enmity against God: for it is not subject to the law of God, neither indeed can be.(Romanos 8:7)
So then they that are in the flesh cannot please God.(Romanos 8:8)
But ye are not in the flesh, but in the Spirit, if so be that the Spirit of God dwell in you. Now if any man have not the Spirit of Christ, he is none of his.(Romanos 8:9)
And if Christ be in you, the body is dead because of sin; but the Spirit is life because of righteousness.
But if the Spirit of him that raised up Jesus from the dead dwell in you, he that raised up Christ from the dead shall also quicken your mortal bodies by his Spirit that dwelleth in you.(Romanos 8:11)
Therefore, brethren, we are debtors, not to the flesh, to live after the flesh.(Romanos 8:12)
For if ye live after the flesh, ye shall die: but if ye through the Spirit do mortify the deeds of the body, ye shall live.(Romanos 8:13)

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Romanos 8:10 - Referencia Cruzada

Wherefore, as by one man sin entered into the world, and death by sin; and so death passed upon all men, for that all have sinned: (Romanos 5:12)
Yea, I think it meet, as long as I am in this tabernacle, to stir you up by putting you in remembrance; (2 Pedro 1:13)
Jesus answered and said unto him, If a man love me, he will keep my words: and my Father will love him, and we will come unto him, and make our abode with him. (Juan 14:23)
And so it is written, The first man Adam was made a living soul; the last Adam was made a quickening spirit. (1 Corintios 15:45)
To whom God would make known what is the riches of the glory of this mystery among the Gentiles; which is Christ in you, the hope of glory: (Colosenses 1:27)
That as sin hath reigned unto death, even so might grace reign through righteousness unto eternal life by Jesus Christ our Lord. (Romanos 5:21)
For we know that if our earthly house of this tabernacle were dissolved, we have a building of God, an house not made with hands, eternal in the heavens. (2 Corintios 5:1)
And I said unto him, Sir, thou knowest. And he said to me, These are they which came out of great tribulation, and have washed their robes, and made them white in the blood of the Lamb. (Apocalipsis 7:14)
But if the Spirit of him that raised up Jesus from the dead dwell in you, he that raised up Christ from the dead shall also quicken your mortal bodies by his Spirit that dwelleth in you. (Romanos 8:11)
For he hath made him to be sin for us, who knew no sin; that we might be made the righteousness of God in him. (2 Corintios 5:21)
And be found in him, not having mine own righteousness, which is of the law, but that which is through the faith of Christ, the righteousness which is of God by faith: (Filipenses 3:9)
To the general assembly and church of the firstborn, which are written in heaven, and to God the Judge of all, and to the spirits of just men made perfect, (Hebreos 12:23)
I in them, and thou in me, that they may be made perfect in one; and that the world may know that thou hast sent me, and hast loved them, as thou hast loved me. (Juan 17:23)
Examine yourselves, whether ye be in the faith; prove your own selves. Know ye not your own selves, how that Jesus Christ is in you, except ye be reprobates? (2 Corintios 13:5)
He that eateth my flesh, and drinketh my blood, dwelleth in me, and I in him. (Juan 6:56)
But whosoever drinketh of the water that I shall give him shall never thirst; but the water that I shall give him shall be in him a well of water springing up into everlasting life. (Juan 4:14)
And as it is appointed unto men once to die, but after this the judgment: (Hebreos 9:27)
That Christ may dwell in your hearts by faith; that ye, being rooted and grounded in love, (Efesios 3:17)
Whoso eateth my flesh, and drinketh my blood, hath eternal life; and I will raise him up at the last day. (Juan 6:54)
Yet a little while, and the world seeth me no more; but ye see me: because I live, ye shall live also. (Juan 14:19)
Jesus said unto her, I am the resurrection, and the life: he that believeth in me, though he were dead, yet shall he live: (Juan 11:25)
For we which live are alway delivered unto death for Jesus' sake, that the life also of Jesus might be made manifest in our mortal flesh. (2 Corintios 4:11)
For the Lord himself shall descend from heaven with a shout, with the voice of the archangel, and with the trump of God: and the dead in Christ shall rise first: (1 Tesalonicenses 4:16)
Therefore we are always confident, knowing that, whilst we are at home in the body, we are absent from the Lord: (2 Corintios 5:6)
For ye are dead, and your life is hid with Christ in God. (Colosenses 3:3)
For I am in a strait betwixt two, having a desire to depart, and to be with Christ; which is far better: (Filipenses 1:23)
I am the vine, ye are the branches: He that abideth in me, and I in him, the same bringeth forth much fruit: for without me ye can do nothing. (Juan 15:5)
And I heard a voice from heaven saying unto me, Write, Blessed are the dead which die in the Lord from henceforth: Yea, saith the Spirit, that they may rest from their labours; and their works do follow them. (Apocalipsis 14:13)
I am crucified with Christ: neverthless I live; yet not I, but Christ liveth in me: and the life which I now live in the flesh I live by the faith of the Son of God, who loved me, and gave himself for me. (Gálatas 2:20)