Romanos 8
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
La epístola es una carta escrita por los apóstoles como Pablo para instruir a las diferentes iglesias en los principios de la fe cristiana y enderezar errores. La carta a los Romanos es una de las más profundas y multifacéticas de la Escritura. En el Capítulo 8, Pablo dice que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús. La ley a la que se refiere es la ley judía, un sistema opresivo y exigente que requería sacrificios y legalismos para mantenerse justificado ante Dios. La condición humana es de lucha entre el bien y el mal, y la tendencia es sentirse condenado y separado de Dios. Pero en Cristo Jesús, no hay condenación. La gracia de Dios no debe ser abusada, pero es liberador saber que tenemos un Dios que nos ve con ojos de papá y abuelo en vez de uno austero y vengativo.
El orador habla sobre la importancia de cambiar nuestra mentalidad sobre Dios y nuestra fe cristiana. En lugar de enfocarnos en la condenación y el castigo, debemos ver a Dios como un padre amoroso que trabaja con nosotros para alcanzar la plenitud en Cristo Jesús. La sangre de Cristo nos limpia continuamente de todo pecado si estamos en Cristo Jesús. El orador también habla sobre la persona que está bajo condenación y está gobernada por los principios del mundo y los apetitos de la carne. En cambio, debemos enfocarnos en las cosas del espíritu y dar prioridad a las cosas eternas. Andar en el espíritu significa dar prioridad a las cosas espirituales y enderezar nuestro caminar con Dios.
Andar en el espíritu significa amar a Dios por encima de todo y dar prioridad a las cosas del espíritu en nuestra vida diaria. El cristiano debe pensar en Dios constantemente y vivir su vida en conformidad con los valores del Reino de Dios. Se debe hacer un examen de conciencia para evaluar si estamos caminando en la carne o en el espíritu. Si estamos en Cristo Jesús, no hay condenación para nosotros, pero si no lo estamos, hay oportunidad para cambiar nuestras prioridades y buscar más de las cosas del espíritu.La epístola, epístola quiere decir carta, es lo mismo que una carta. Y Pablo, por ejemplo, el Apóstol Pablo no escribió cartas como las que nosotros escribimos de una página, o de dos párrafos, él escribía cartas para instruir a las diferentes iglesias en diferentes ciudades de donde él había plantado iglesias, o había visitado en otros años anteriores de su ministerio. Y los propósitos de las cartas del Apóstol Pablo, por ejemplo, o de Pedro, o Juan, quien fuera que escribiera la carta, era para instruir, para enseñar estas congregación en los principios de la fe cristiana, para enderezar errores, etc.
Entonces cuando decimos la carta a, por ejemplo, la carta a los romanos, fue escrita a las congregaciones y a los cristianos que se encontraban en la ciudad de Roma. Y él escribió esta carta para instruirlos en la fe, instruirlos en diferentes conceptos esenciales de la vida cristiana. Son como sermones escritos, pero a veces sermones bien largos, como es la carta a los romanos, con todo tipo de enseñanzas e información y principios teológicos bien importantes.