For this cause I bow my knees unto the Father of our Lord Jesus Christ,(Efesios 3:14)

Of whom the whole family in heaven and earth is named,(Efesios 3:15)

That he would grant you, according to the riches of his glory, to be strengthened with might by his Spirit in the inner man;(Efesios 3:16)

That Christ may dwell in your hearts by faith; that ye, being rooted and grounded in love,

May be able to comprehend with all saints what is the breadth, and length, and depth, and height;(Efesios 3:18)

And to know the love of Christ, which passeth knowledge, that ye might be filled with all the fulness of God.(Efesios 3:19)

Now unto him that is able to do exceeding abundantly above all that we ask or think, according to the power that worketh in us,(Efesios 3:20)

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Efesios 3:17 - Referencia Cruzada

Ye are of God, little children, and have overcome them: because greater is he that is in you, than he that is in the world. (1 Juan 4:4)

And hope maketh not ashamed; because the love of God is shed abroad in our hearts by the Holy Ghost which is given unto us. (Romanos 5:5)

Now as touching things offered unto idols, we know that we all have knowledge. Knowledge puffeth up, but charity edifieth. (1 Corintios 8:1)

For in Jesus Christ neither circumcision availeth any thing, nor uncircumcision; but faith which worketh by love. (Gálatas 5:6)

I am crucified with Christ: neverthless I live; yet not I, but Christ liveth in me: and the life which I now live in the flesh I live by the faith of the Son of God, who loved me, and gave himself for me. (Gálatas 2:20)

If ye continue in the faith grounded and settled, and be not moved away from the hope of the gospel, which ye have heard, and which was preached to every creature which is under heaven; whereof I Paul am made a minister; (Colosenses 1:23)

I in them, and thou in me, that they may be made perfect in one; and that the world may know that thou hast sent me, and hast loved them, as thou hast loved me. (Juan 17:23)

For thus saith the high and lofty One that inhabiteth eternity, whose name is Holy; I dwell in the high and holy place, with him also that is of a contrite and humble spirit, to revive the spirit of the humble, and to revive the heart of the contrite ones. (Isaías 57:15)

He is like a man which built an house, and digged deep, and laid the foundation on a rock: and when the flood arose, the stream beat vehemently upon that house, and could not shake it: for it was founded upon a rock. (Lucas 6:48)

Even the Spirit of truth; whom the world cannot receive, because it seeth him not, neither knoweth him: but ye know him; for he dwelleth with you, and shall be in you. (Juan 14:17)

And we have known and believed the love that God hath to us. God is love; and he that dwelleth in love dwelleth in God, and God in him. (1 Juan 4:16)

For the love of Christ constraineth us; because we thus judge, that if one died for all, then were all dead: (2 Corintios 5:14)

And what agreement hath the temple of God with idols? for ye are the temple of the living God; as God hath said, I will dwell in them, and walk in them; and I will be their God, and they shall be my people. (2 Corintios 6:16)

In whom all the building fitly framed together groweth unto an holy temple in the Lord: (Efesios 2:21)

Rooted and built up in him, and stablished in the faith, as ye have been taught, abounding therein with thanksgiving. (Colosenses 2:7)

But ye are not in the flesh, but in the Spirit, if so be that the Spirit of God dwell in you. Now if any man have not the Spirit of Christ, he is none of his. (Romanos 8:9)

Jesus answered and said unto him, If a man love me, he will keep my words: and my Father will love him, and we will come unto him, and make our abode with him. (Juan 14:23)

To whom God would make known what is the riches of the glory of this mystery among the Gentiles; which is Christ in you, the hope of glory: (Colosenses 1:27)

Behold, I stand at the door, and knock: if any man hear my voice, and open the door, I will come in to him, and will sup with him, and he with me. (Apocalipsis 3:20)

And when the sun was up, they were scorched; and because they had no root, they withered away. (Mateo 13:6)

Therefore whosoever heareth these sayings of mine, and doeth them, I will liken him unto a wise man, which built his house upon a rock: (Mateo 7:24)

He that eateth my flesh, and drinketh my blood, dwelleth in me, and I in him. (Juan 6:56)