Nueva Biblia Latinoamericana
El rey, el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con ellos se levantaron, (Hechos 26:30)
y mientras se retiraban, hablaban entre sí, diciendo: "Este hombre no ha hecho nada que merezca muerte o prisión." (Hechos 26:31)
Agripa II le dijo a Festo: "Este hombre podría haber sido puesto en libertad, si no hubiera apelado al César." (Hechos 26:32)
Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía (tropa) Augusta, llamado Julio.
Embarcándonos en una nave Adramitena que estaba para salir hacia las regiones de la costa de Asia (provincia occidental de Asia Menor), nos hicimos a la mar acompañados por Aristarco, un Macedonio de Tesalónica. (Hechos 27:2)
Al día siguiente llegamos a Sidón. Julio trató con benevolencia a Pablo, permitiéndole ir a sus amigos y ser atendido por ellos . (Hechos 27:3)
De allí partimos y navegamos al amparo de la isla de Chipre, porque los vientos eran contrarios. (Hechos 27:4)

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Hechos 27:1 - Referencia Cruzada

Allí el centurión halló una nave Alejandrina que iba para Italia, y nos embarcó en ella. (Hechos 27:6)
Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte (unidad militar Romana) llamada la Italiana, (Hechos 10:1)
Pero a mí me parece que no ha hecho nada digno de muerte, pero como él mismo apeló al emperador (Nerón), he decidido enviarlo a Roma. (Hechos 25:25)
Al entrar Jesús en Capernaúm, se acercó un centurión y Le suplicó: (Mateo 8:5)
Entonces Festo, habiendo deliberado con el consejo, respondió: "Al César has apelado, al César irás." (Hechos 25:12)
El consejo del SEÑOR permanece para siempre, Los designios de Su corazón de generación en generación. (Salmos 33:11)
Pues el furor del hombre Te alabará; Con un residuo de furor Te ceñirás. (Salmos 76:10)
Pasadas estas cosas, Pablo decidió en el espíritu ir a Jerusalén después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: "Después que haya estado allí, debo visitar también Roma." (Hechos 19:21)
Al oír esto el centurión, fue al comandante y le avisó: "¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano Romano." (Hechos 22:26)
A la noche siguiente el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: "Ten ánimo, porque como has testificado fielmente de Mi causa en Jerusalén, así has de testificar también en Roma." (Hechos 23:11)
Cuando tuvo la visión, enseguida procuramos ir a Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio. (Hechos 16:10)
Cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con el soldado que lo custodiaba. (Hechos 28:16)
Al ver el centurión lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: "Ciertamente, este hombre era inocente (justo)." (Lucas 23:47)
Muchos son los planes en el corazón del hombre, Mas el consejo del SEÑOR permanecerá. (Proverbios 19:21)
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada, Mas El actúa conforme a Su voluntad en el ejército del cielo Y entre los habitantes de la tierra. Nadie puede detener Su mano, Ni decirle: '¿Qué has hecho?' (Daniel 4:35)
Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir. (Lucas 7:2)
Y ellos dijeron: "A Cornelio el centurión (un capitán Romano), un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los Judíos, le fue ordenado (revelado) por un santo ángel que hiciera venir a usted a su casa para oír sus palabras." (Hechos 10:22)
Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: "Lleva a este joven al comandante, porque tiene algo que informarle." (Hechos 23:17)
El centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, cuando vieron el terremoto y las cosas que sucedían, se asustaron mucho, y dijeron: "En verdad éste era Hijo de Dios." (Mateo 27:54)
Saluden a todos sus pastores (guías) y a todos los santos. Los de Italia los saludan. (Hebreos 13:24)
Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo cambió en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente. (Génesis 50:20)
Bueno es para el hombre llevar El yugo en su juventud. (Lamentaciones 3:27)
Inmediatamente tomó consigo algunos soldados y centuriones, y corrió hacia ellos; cuando el pueblo vio al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo. (Hechos 21:32)
Por esta razón muchas veces me he visto impedido de ir a ustedes. (Romanos 15:22)
Y dio órdenes al centurión de que tuviera a Pablo bajo custodia, pero con alguna medida de libertad, y que no impidiera a ninguno de sus amigos que lo sirvieran. (Hechos 24:23)
Pero el centurión se persuadió más por lo que fue dicho por el piloto y el capitán del barco, que por lo que Pablo decía. (Hechos 27:11)
Allí se encontró con un Judío que se llamaba Aquila, natural del Ponto, quien acababa de llegar de Italia con Priscila su mujer, pues el emperador Claudio había ordenado a todos los Judíos que salieran de Roma. Pablo fue a verlos, (Hechos 18:2)
Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, impidió su propósito, y ordenó que los que pudieran nadar se arrojaran primero por la borda y llegaran a tierra, (Hechos 27:43)