Nueva Biblia Latinoamericana
es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida. (Lucas 6:48)
Pero el que ha oído y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa." (Lucas 6:49)
Cuando terminó todas Sus palabras (todo Su discurso) al pueblo que Le oía, Jesús se fue a Capernaúm. (Lucas 7:1)
Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir.
Al oír hablar de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los Judíos, pidiendo que viniera y salvara (sanara) a su siervo. (Lucas 7:3)
Cuando ellos llegaron a Jesús, Le rogaron con insistencia, diciendo: "El centurión es digno de que le concedas esto; (Lucas 7:4)
porque él ama a nuestro pueblo (nuestra nación) y fue él quien nos edificó la sinagoga." (Lucas 7:5)

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Lucas 7:2 - Referencia Cruzada

y dijo: "Bendito sea el SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, que no ha dejado de mostrar Su misericordia y Su fidelidad hacia mi señor. El SEÑOR me ha guiado en el camino a la casa de los hermanos de mi señor." (Génesis 24:27)
Al oír esto el centurión, fue al comandante y le avisó: "¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano Romano." (Hechos 22:26)
Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, impidió su propósito, y ordenó que los que pudieran nadar se arrojaran primero por la borda y llegaran a tierra, (Hechos 27:43)
Siervos, obedezcan en todo a sus amos en la tierra, no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, temiendo al Señor. (Colosenses 3:22)
Y Abraham dijo a su siervo, el más viejo de su casa, que era mayordomo de todo lo que poseía: "Te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, (Génesis 24:2)
El centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, cuando vieron el terremoto y las cosas que sucedían, se asustaron mucho, y dijeron: "En verdad éste era Hijo de Dios." (Mateo 27:54)
Después que se había ido el ángel que le hablaba, Cornelio llamó a dos de los criados y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían. (Hechos 10:7)
El que mima a su siervo desde la niñez, Al final lo tendrá por hijo. (Proverbios 29:21)
María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y Le secó los pies con sus cabellos. (Juan 11:2)
Al ver el centurión lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: "Ciertamente, este hombre era inocente (justo)." (Lucas 23:47)
Entonces vino otra vez Jesús a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había allí cierto oficial del rey cuyo hijo estaba enfermo en Capernaúm. (Juan 4:46)
Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: "Lleva a este joven al comandante, porque tiene algo que informarle." (Hechos 23:17)
porque tenía una hija única, como de doce años, que estaba al borde de la muerte. Pero mientras El iba, la muchedumbre Lo apretaba. (Lucas 8:42)
Y el SEÑOR ha bendecido en gran manera a mi señor, que se ha enriquecido. Le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. (Génesis 24:35)
Los Arameos, que habían salido en bandas, habían tomado cautiva a una muchacha muy joven de la tierra de Israel, y ella estaba al servicio de la mujer de Naamán. (2 Reyes 5:2)
Si he caminado con la mentira, Y si mi pie se ha apresurado tras el engaño, (Job 31:5)
Débora, nodriza de Rebeca, murió y fue sepultada al pie de Betel, debajo de la encina. Esta fue llamada Alón Bacut (Encina del Llanto). (Génesis 35:8)
Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte (unidad militar Romana) llamada la Italiana, (Hechos 10:1)
Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía (tropa) Augusta, llamado Julio. (Hechos 27:1)
Así José halló gracia ante sus ojos y llegó a ser su siervo personal, lo hizo mayordomo sobre su casa y entregó en su mano todo lo que poseía. (Génesis 39:4)
Al día siguiente llegamos a Sidón. Julio trató con benevolencia a Pablo, permitiéndole ir a sus amigos y ser atendido por ellos . (Hechos 27:3)