Y Pablo contestó: " Quisiera Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho, no sólo usted, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas."
(Hechos 26:29)El rey, el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con ellos se levantaron,
(Hechos 26:30)y mientras se retiraban, hablaban entre sí, diciendo: "Este hombre no ha hecho nada que merezca muerte o prisión."
(Hechos 26:31)Agripa II le dijo a Festo: "Este hombre podría haber sido puesto en libertad, si no hubiera apelado al César."
Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía (tropa) Augusta, llamado Julio.
(Hechos 27:1)Embarcándonos en una nave Adramitena que estaba para salir hacia las regiones de la costa de Asia (provincia occidental de Asia Menor), nos hicimos a la mar acompañados por Aristarco, un Macedonio de Tesalónica.
(Hechos 27:2)Al día siguiente llegamos a Sidón. Julio trató con benevolencia a Pablo, permitiéndole ir a sus amigos y ser atendido por ellos .
(Hechos 27:3)Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 26:32":
Hechos 26:32 - Referencia Cruzada
los cuales, cuando me interrogaron, quisieron ponerme en libertad, pues no encontraron causa para condenarme a muerte.
(Hechos 28:18)Pero a mí me parece que no ha hecho nada digno de muerte, pero como él mismo apeló al emperador (Nerón), he decidido enviarlo a Roma.
(Hechos 25:25)Si soy, pues, un malhechor y he hecho algo digno de muerte, no rehúso morir. Pero si ninguna de esas cosas de que éstos me acusan es verdad, nadie puede entregarme a ellos. Apelo al César."
(Hechos 25:11)