Nueva Biblia Latinoamericana
Y alborotaron a la multitud y a las autoridades de la ciudad que oían esto. (Hechos 17:8)
Pero después de recibir una fianza de Jasón y de los otros, los soltaron. (Hechos 17:9)
Enseguida los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas a Berea, los cuales, al llegar, fueron a la sinagoga de los Judíos. (Hechos 17:10)
Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así.
Por eso muchos de ellos creyeron, así como también un buen número de Griegos, hombres y mujeres de distinción. (Hechos 17:12)
Pero cuando los Judíos de Tesalónica supieron que la palabra de Dios había sido proclamada por Pablo también en Berea, fueron también allá para agitar y alborotar a las multitudes. (Hechos 17:13)
Entonces los hermanos inmediatamente enviaron a Pablo para que fuera hasta el mar; pero Silas y Timoteo se quedaron allí. (Hechos 17:14)

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Hechos 17:11 - Referencia Cruzada

Pero aquél en quien se sembró la semilla en tierra buena, éste es el que oye la palabra y la entiende; éste sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta por uno." (Mateo 13:23)
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas. (Santiago 1:21)
Pero Abraham dijo: 'Ellos tienen a Moisés y a los Profetas; que los oigan a ellos.' (Lucas 16:29)
Después Jesús les dijo: "Esto es lo que Yo les decía cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre Mí está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos." (Lucas 24:44)
Pero Yo te planté como vid escogida, Toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, te has convertido delante de Mí En un sarmiento degenerado de una vid extraña? (Jeremías 2:21)
Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye. (1 Juan 4:5)
Entiendo más que los ancianos, Porque Tus preceptos he guardado. (Salmos 119:100)
Por tanto, al instante envié a buscarte, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado." (Hechos 10:33)
Hijo mío, si recibes mis palabras Y atesoras mis mandamientos dentro de ti, (Proverbios 2:1)
Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual ustedes hacen bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en sus corazones. (2 Pedro 1:19)
Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos hallado a Aquél de quien escribió Moisés en la Ley, y también los Profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José." (Juan 1:45)
Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. (2 Timoteo 3:15)
Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a ustedes, diligentemente inquirieron y averiguaron, (1 Pedro 1:10)
Ustedes examinan las Escrituras porque piensan tener en ellas la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio de Mí! (Juan 5:39)
¡A la ley y al testimonio! Si ellos no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay para ellos amanecer. (Isaías 8:20)
deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcan para salvación, (1 Pedro 2:2)
Pero el que practica la verdad viene a la Luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios." (Juan 3:21)
Después de pasar por Anfípolis y Apolonia, Pablo y Silas llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los Judíos. (Hechos 17:1)
y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. (2 Tesalonicenses 2:10)
Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas (personas). (Hechos 2:41)
Del mandamiento de Sus labios no me he apartado, He atesorado las palabras de Su boca más que mi comida. (Job 23:12)
Sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche! (Salmos 1:2)
Da instrucción al sabio, y será aún más sabio, Enseña al justo, y aumentará su saber. (Proverbios 9:9)
Y ustedes llegaron a ser imitadores de nosotros y del Señor, habiendo recibido la palabra, en medio de mucha tribulación, con el gozo del Espíritu Santo, (1 Tesalonicenses 1:6)
Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibieron la palabra de Dios que oyeron de nosotros, la aceptaron no como la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual también hace su obra en ustedes los que creen. (1 Tesalonicenses 2:13)
El sabio oirá y crecerá en conocimiento, Y el inteligente adquirirá habilidad, (Proverbios 1:5)
Reciban mi instrucción y no la plata, Y conocimiento antes que el oro escogido, (Proverbios 8:10)
Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche, Para meditar en Tu palabra. (Salmos 119:148)
Busquen en el libro del SEÑOR, y lean: Ninguno de ellos faltará, Ninguno carecerá de su compañera. Porque Su boca lo ha mandado, Y Su Espíritu los ha reunido. (Isaías 34:16)
Los apóstoles y los hermanos que estaban por toda Judea oyeron que también los Gentiles habían recibido la palabra de Dios. (Hechos 11:1)
Mem. ¡Cuánto amo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación. (Salmos 119:97)