Nueva Biblia Latinoamericana
y se quedó con parte del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo la otra parte, la puso a los pies de los apóstoles. (Hechos 5:2)
Pero Pedro dijo: "Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del terreno? (Hechos 5:3)
Mientras estaba sin venderse, ¿no te pertenecía? Y después de vendida, ¿no estaba bajo tu poder? ¿Por qué concebiste (pusiste) este asunto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino a Dios." (Hechos 5:4)
Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró; y vino un gran temor sobre todos los que lo supieron.
Entonces los jóvenes se levantaron y lo cubrieron, y sacándolo, le dieron sepultura. (Hechos 5:6)
Como tres horas después entró su mujer, no sabiendo lo que había sucedido. (Hechos 5:7)
Y Pedro le preguntó: "Dime, ¿vendieron el terreno en tal precio?" "Sí, ése fue el precio," dijo ella. (Hechos 5:8)

Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 5:5":

Dr. Roberto Miranda
Líbranos del mal y no nos metas en tentación
En este artículo se habla sobre la historia de Ananías y Safira en el libro de los Hechos y la importancia de vivir una vida cristiana en todas las dimensiones de nuestra vida. También se destaca la necesidad de ser pacientes y sabios cuando se enfrenta a situaciones o personas que pueden parecer sospechosas, y dejar que Dios aclare las cosas en su tiempo.


Dr. Roberto Miranda
Tocado por un ángel de Dios
En este artículo, el autor reflexiona sobre la importancia de pedir discernimiento a Dios para evitar el orgullo y siempre darle la gloria. También se habla de la existencia de ángeles y demonios en el mundo sobrenatural y la importancia de mantener una postura de fe incondicional ante los misterios de Dios. Se enfatiza en la historia de Pedro y la iglesia que estaba orando por él, pero no creyó que Dios lo había liberado de la cárcel cuando realmente sucedió. El autor llama a tener una fe que pueda creer en los milagros mayores que Dios puede hacer.


Hechos 5:5 - Referencia Cruzada

y habló a la congregación: "Apártense ahora de las tiendas de estos malvados, y no toquen nada que les pertenezca, no sea que perezcan con todo su pecado." (Números 16:26)
Entonces todos los hombres temerán, Declararán la obra de Dios Y considerarán sus hechos. (Salmos 64:9)
Dije previamente, cuando estuve presente la segunda vez, y aunque ahora estoy ausente, lo digo de antemano a los que pecaron anteriormente y también a todos los demás, que si voy otra vez no seré indulgente, (2 Corintios 13:2)
Elías respondió al capitán de cincuenta: "Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta." Entonces descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta. (2 Reyes 1:10)
Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró. Al entrar los jóvenes, la hallaron muerta; entonces la sacaron y le dieron sepultura junto a su marido. (Hechos 5:10)
El Señor hirió a los hombres de Bet Semes porque habían mirado dentro del arca del SEÑOR. De todo el pueblo hirió a 50,070 hombres, y el pueblo lloró porque el SEÑOR había herido al pueblo con gran mortandad. (1 Samuel 6:19)
David tuvo temor a Dios aquel día, y dijo: "¿Cómo puedo traer a mí el arca de Dios?" (1 Crónicas 13:12)
Porque miren, ¡qué solicitud ha producido esto en ustedes, esta tristeza piadosa, qué vindicación de ustedes mismos, qué indignación, qué temor, qué gran afecto, qué celo, qué castigo del mal! En todo han demostrado ser inocentes en el asunto. (2 Corintios 7:11)
En aquella misma hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil personas murieron en el terremoto, y los demás, aterrorizados, dieron gloria al Dios del cielo. (Apocalipsis 11:13)
Entonces Moisés dijo a Aarón: "Esto es lo que el SEÑOR dijo: 'Como santo seré tratado por los que se acercan a Mí, Y en presencia de todo el pueblo seré honrado.'" Y Aarón guardó silencio. (Levítico 10:3)
Entonces los Israelitas dijeron a Moisés: "Vamos a morir; estamos perdidos; todos nosotros estamos perdidos. (Números 17:12)
Puesto que ustedes no la llevaron la primera vez, el SEÑOR nuestro Dios estalló en ira contra nosotros, ya que no Lo buscamos conforme a la ordenanza." (1 Crónicas 15:13)
Entonces todo Israel oirá y temerá, y nunca volverá a hacer tal maldad en medio de ti. (Deuteronomio 13:11)
¿No fue infiel Acán, hijo de Zera, en cuanto al anatema, y vino la ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.'" (Josué 22:20)
Mi carne se estremece por temor a Ti, Y de Tus juicios tengo miedo. (Salmos 119:120)
Ahora, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo." Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano. (Hechos 13:11)
Cuando él miró hacia atrás y los vio, los maldijo en el nombre del SEÑOR. Entonces salieron dos osas del bosque y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos. (2 Reyes 2:24)
¿Qué quieren? ¿Iré a ustedes con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre? (1 Corintios 4:21)
Si alguien quiere hacerles daño, de su boca sale fuego y devora a sus enemigos. Así debe morir cualquiera que quisiera hacerles daño. (Apocalipsis 11:5)
Por esta razón les escribo estas cosas estando ausente, a fin de que cuando esté presente no tenga que usar de severidad según la autoridad que el Señor me dio para edificación y no para destrucción. (2 Corintios 13:10)
Sobrevino temor a toda persona; y muchos prodigios y señales (milagros) se hacían por los apóstoles. (Hechos 2:43)
Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta que muera. Así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá esto y temerá. (Deuteronomio 21:21)
Y mientras yo profetizaba, Pelatías, hijo de Benaía, murió. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé a gran voz: "¡Ah, Señor DIOS! ¿Vas a acabar por completo con el remanente de Israel?" (Ezequiel 11:13)
Por tanto, así dice el SEÑOR, Dios de los ejércitos: "Por cuanto han hablado esta palabra, Yo pongo Mis palabras en tu boca por fuego Y a este pueblo por leña, y los consumirá. (Jeremías 5:14)
Pero ninguno de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los tenía en gran estima. (Hechos 5:13)
ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que ser osado con la confianza con que me propongo proceder resueltamente (ser valiente) contra algunos que nos consideran como si anduviéramos según la carne. (2 Corintios 10:2)