¿No nos es suficiente la iniquidad de Peor, de la cual no nos hemos limpiado hasta hoy, a pesar de que vino una plaga sobre la congregación del SEÑOR,
(Josué 22:17)para que también ustedes se aparten hoy de seguir al SEÑOR? Y sucederá que si hoy se rebelan contra el SEÑOR, mañana El se enojará con toda la congregación de Israel.
(Josué 22:18)Pero si la tierra de la posesión de ustedes es inmunda, entonces pasen a la tierra de la posesión del SEÑOR, donde está el tabernáculo del SEÑOR, y tomen posesión entre nosotros. Pero no se rebelen contra el SEÑOR, ni se rebelen contra nosotros edificándose un altar aparte del altar del SEÑOR nuestro Dios.
(Josué 22:19)¿No fue infiel Acán, hijo de Zera, en cuanto al anatema, y vino la ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.'"
Entonces los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés respondieron a las cabezas de las familias de Israel:
(Josué 22:21)¡El Poderoso Dios (Dios de dioses), el SEÑOR, el Poderoso Dios, el SEÑOR! El lo sabe; que Israel mismo lo sepa. Si fue rebelión, o una infidelidad contra el SEÑOR, que no nos salve hoy.
(Josué 22:22)Si nos hemos edificado un altar para apartarnos de seguir al SEÑOR, o para ofrecer holocausto u ofrenda de cereal sobre él, o para ofrecer en él sacrificios de ofrendas de paz, que el SEÑOR mismo nos lo demande.
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Josué 22:20 - Referencia Cruzada
También condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después.
(2 Pedro 2:6)Pero los Israelitas fueron infieles en cuanto a las cosas dedicadas al anatema (a la destrucción), porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó de las cosas dedicadas al anatema. Entonces la ira del SEÑOR se encendió contra los Israelitas.
(Josué 7:1)Los hombres de Hai hirieron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los persiguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron en la bajada. El corazón del pueblo desfalleció y se hizo como agua.
(Josué 7:5)Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán, hijo de Zera, y la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo lo que le pertenecía, y los llevaron al Valle de Acor.
(Josué 7:24)Mandó acercar su casa hombre por hombre. Fue designado Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá.
(Josué 7:18)Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron.
(1 Corintios 10:6)Ahora quiero recordarles a ustedes, aunque ya definitivamente lo saben todo, que el Señor, habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que no creyeron.
(Judas 1:5)