Pedro Le dijo: "Señor, ¿por qué no Te puedo seguir ahora mismo? ¡Yo daré mi vida por Ti!"
(Juan 13:37)Jesús le respondió: "¿Tu vida darás por Mí? En verdad te digo, que no cantará el gallo sin que antes Me hayas negado tres veces.
(Juan 13:38)No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí.
(Juan 14:1)En la casa de Mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para ustedes.
Y si me voy y les preparo un lugar, vendré otra vez y los tomaré adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también.
(Juan 14:3)Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?" Le dijo Tomás.
(Juan 14:5)Otras publicaciones relacionadas con "Juan 14:2":
Juan 14:2 - Referencia Cruzada
porque Yo le mostraré cuánto debe padecer por Mi nombre."
(Hechos 9:16)Hijitos, estaré con ustedes un poco más de tiempo. Me buscarán, y como dije a los Judíos, ahora también les digo a ustedes: 'adonde Yo voy, ustedes no pueden ir.'
(Juan 13:33)Por lo cual nosotros mismos hablamos con orgullo de ustedes entre las iglesias de Dios, por su perseverancia (firmeza) y fe en medio de todas las persecuciones y aflicciones que soportan.
(2 Tesalonicenses 1:4)Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos.
(2 Corintios 5:1)a fin de que nadie se inquiete (se engañe) por causa de estas aflicciones, porque ustedes mismos saben que para esto hemos sido destinados.
(1 Tesalonicenses 3:3)Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo.
(Apocalipsis 21:2)con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos,
(Tito 1:2)adonde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho, según el orden de Melquisedec, Sumo Sacerdote para siempre.
(Hebreos 6:20)Porque no nos ha destinado Dios para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
(1 Tesalonicenses 5:9)Entonces me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
(Apocalipsis 21:10)Si alguien viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo.
(Lucas 14:26)Pero les he dicho estas cosas para que cuando llegue la hora, se acuerden de que ya les había hablado de ellas. Y no les dije estas cosas al principio, porque Yo estaba con ustedes.
(Juan 16:4)Queriendo el Espíritu Santo dar a entender esto: que el camino al Lugar Santísimo aún no había sido revelado en tanto que el primer tabernáculo permaneciera en pie.
(Hebreos 9:8)Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en Mi trono, como yo también vencí y me senté con Mi Padre en Su trono.
(Apocalipsis 3:21)Por tanto, fue necesario que las representaciones de las cosas en los cielos fueran purificadas de esta manera, pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que éstos.
(Hebreos 9:23)El que ama su vida (alma) la pierde; y el que aborrece su vida (alma) en este mundo, la conservará para vida eterna.
(Juan 12:25)Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir.
(Hebreos 13:14)Señor, ¿adónde vas?" Le preguntó Simón Pedro. Jesús respondió: "Adonde Yo voy, tú no Me puedes seguir ahora, pero Me seguirás después."
(Juan 13:36)porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
(Hebreos 11:10)Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a entender que buscan una patria propia.
(Hebreos 11:14)Al vencedor le haré una columna en el templo de Mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de Mi Dios y el nombre de la ciudad de Mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de Mi Dios, y Mi nombre nuevo.
(Apocalipsis 3:12)Padre, quiero que los que Me has dado, estén también conmigo donde Yo estoy, para que vean Mi gloria, la gloria que Me has dado; porque Me has amado desde antes de la fundación del mundo.
(Juan 17:24)y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con Su sangre,
(Apocalipsis 1:5)