Nueva Biblia Latinoamericana
Y los principales sacerdotes y los Fariseos habían dado órdenes de que si alguien sabía dónde estaba Jesús, diera aviso para que Lo prendieran. (Juan 11:57)
Entonces Jesús, seis días antes de la Pascua, vino a Betania donde estaba Lázaro, al que Jesús había resucitado de entre los muertos. (Juan 12:1)
Y Le hicieron una cena allí, y Marta servía; pero Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con El. (Juan 12:2)
Entonces María, tomando unos 300 gramos de perfume de nardo puro que costaba mucho, ungió los pies de Jesús, y se los secó con los cabellos, y la casa se llenó con la fragancia del perfume.
Y Judas Iscariote, uno de Sus discípulos, el que Lo iba a entregar (traicionar), dijo: (Juan 12:4)
¿Por qué no se vendió este perfume por 300 denarios (salario de 300 días) y se dio a los pobres?" (Juan 12:5)
Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía la bolsa del dinero, sustraía de lo que se echaba en ella. (Juan 12:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Juan 12:3":

Omar Soto
Cuando Jesús no se apura
En este artículo se habla sobre la historia de Lázaro y cómo Jesús tardó en ir a verlo después de que recibió la noticia de su muerte. Se destaca la importancia de tener fe en Dios y su poder para proveer en todas las situaciones de la vida, incluso en las más difíciles.


Dr. Roberto Miranda
Cuando el Señor se toma más tiempo de lo que nosotros esperamos
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda reflexiona sobre cómo Dios responde a nuestras oraciones y cómo debemos confiar en su soberanía y amor, incluso cuando parece que no está respondiendo. Utiliza la historia de Lázaro como ejemplo de cómo a veces lo que creemos que es una pérdida puede ser el escenario necesario para un gran milagro y para la gloria de Dios.


Juan 12:3 - Referencia Cruzada

Tus renuevos son paraíso de granados, Con frutas escogidas, alheña y nardos, (Cantares 4:13)
Estando El en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; y rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. (Marcus 14:3)
Al llegar María adonde estaba Jesús, cuando Lo vio, se arrojó a Sus pies, diciendo: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto." (Juan 11:32)
Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, (Mateo 26:6)
De cómo juró al SEÑOR, Y prometió al Poderoso de Jacob: (Salmos 132:2)
Mientras iban ellos de camino, Jesús entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta Lo recibió en su casa. (Lucas 10:38)
Mientras el rey estaba a la mesa, Mi perfume esparció su fragancia. (Cantares 1:12)
Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; (Lucas 7:37)
Habiendo dicho esto, Marta se fue y llamó a su hermana María, diciéndole en secreto: "El Maestro está aquí, y te llama." (Juan 11:28)
María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y Le secó los pies con sus cabellos. (Juan 11:2)
Tus ungüentos tienen olor agradable, Tu nombre es como ungüento purificado; Por eso te aman las doncellas. (Cantares 1:3)
¡Cuán hermosos son tus amores, hermana mía, esposa mía! ¡Cuánto mejores son tus amores que el vino, Y la fragancia de tus ungüentos Que todos los bálsamos! (Cantares 4:10)
No ungiste Mi cabeza con aceite, pero ella ungió Mis pies con perfume. (Lucas 7:46)