Nueva Biblia Latinoamericana
Supongo que aquél a quien le perdonó más," respondió Simón. Y Jesús le dijo: "Has juzgado correctamente." (Lucas 7:43)
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: "¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa y no Me diste agua para Mis pies, pero ella ha regado Mis pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. (Lucas 7:44)
No Me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar Mis pies. (Lucas 7:45)
No ungiste Mi cabeza con aceite, pero ella ungió Mis pies con perfume.
Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama." (Lucas 7:47)
Entonces Jesús le dijo a la mujer: "Tus pecados han sido perdonados." (Lucas 7:48)
Los que estaban sentados a la mesa con El comenzaron a decir entre sí: "¿Quién es Este que hasta perdona pecados?" (Lucas 7:49)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 7:46":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Un privilegio del pueblo de Dios
Un artículo sobre el amor, el perdón y seguir el ejemplo de Jesús en el trato a nuestros prójimos.


Poniendo TODO a los pies de Jesus
El Dr. Bob Bakke comparte su testimonio sobre cómo comenzó a orar más y más y cómo Dios lo llevó a liderar a millones de personas en oración. También habla del Día Global de Oración y de cómo ha crecido en popularidad desde su inicio en 2005. En Juan 12, se presenta una escena donde María unge los pies de Jesús con perfume costoso. El pastor invita a los oyentes a considerar qué tesoro Dios ha puesto en sus manos y a entregarlo a Jesús en adoración y oración.


Lucas 7:46 - Referencia Cruzada

No comí manjar delicado ni entró en mi boca carne ni vino, ni usé ungüento alguno, hasta que se cumplieron las tres semanas. (Daniel 10:3)
En todo tiempo sean blancas tus ropas, Y que no falte ungüento sobre tu cabeza. (Eclesiastés 9:8)
Y Joab envió a Tecoa a traer a una mujer sabia de allí, y le dijo: "Te ruego que finjas estar de duelo, te pongas ahora ropas de luto y no te unjas con óleo, sino pórtate como una mujer que por muchos días ha estado de duelo por un muerto; (2 Samuel 14:2)
Que beben vino en tazones del altar Y se ungen con los óleos más finos, Pero no se lamentan por la ruina de José, (Amós 6:6)
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; Has ungido mi cabeza con aceite; Mi copa está rebosando. (Salmos 23:5)
Lávate, pues, perfúmate y ponte tu mejor vestido y baja a la era; pero no te des a conocer al hombre hasta que haya acabado de comer y beber. (Rut 3:3)
Sembrarás, pero no segarás; Pisarás la oliva, pero no te ungirás con aceite, Y la uva, pero no beberás vino. (Miqueas 6:15)
Y vino que alegra el corazón del hombre, Para que haga brillar con aceite su rostro, Y alimento que fortalece el corazón del hombre. (Salmos 104:15)
Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, (Mateo 6:17)