Nueva Biblia Latinoamericana
Y lo que a ustedes digo, a todos digo: ¡Velen!" (Marcus 13:37)
Faltaban dos días para la Pascua y para la Fiesta de los Panes sin Levadura; y con engaño, los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo prender y matar a Jesús; (Marcus 14:1)
pero decían: "No durante la fiesta, no sea que haya un tumulto del pueblo." (Marcus 14:2)
Estando El en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; y rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús.
Pero algunos estaban indignados y se decían unos a otros: "¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? (Marcus 14:4)
Porque este perfume podía haberse vendido por más de 300 denarios (salario de 300 días), y el dinero dado a los pobres." Y la reprendían. (Marcus 14:5)
Pero Jesús dijo: "Déjenla; ¿por qué la molestan? Buena obra ha hecho para Mí. (Marcus 14:6)

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Poniendo TODO a los pies de Jesus
El Dr. Bob Bakke comparte su testimonio sobre cómo comenzó a orar más y más y cómo Dios lo llevó a liderar a millones de personas en oración. También habla del Día Global de Oración y de cómo ha crecido en popularidad desde su inicio en 2005. En Juan 12, se presenta una escena donde María unge los pies de Jesús con perfume costoso. El pastor invita a los oyentes a considerar qué tesoro Dios ha puesto en sus manos y a entregarlo a Jesús en adoración y oración.


Poniéndolo TODO a SUS pies
El Dr. Bob Bakke habla sobre su experiencia liderando un día mundial de oración en Pentecostés y la importancia de ofrecer nuestros propios tesoros a Dios, utilizando el ejemplo de María de Betania quien ofreció un tesoro costoso a Jesús para ilustrar cómo podemos ofrecer nuestros propios tesoros a Dios.


Marcus 14:3 - Referencia Cruzada

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, (Mateo 26:6)
Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y se hospedó allí. (Mateo 21:17)
Entonces Jesús, seis días antes de la Pascua, vino a Betania donde estaba Lázaro, al que Jesús había resucitado de entre los muertos. (Juan 12:1)
Yo me levanté para abrir a mi amado; Y mis manos destilaron mirra, Y mis dedos mirra líquida, Sobre las manecillas de la cerradura. (Cantares 5:5)
María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y Le secó los pies con sus cabellos. (Juan 11:2)
Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; (Lucas 7:37)
Tus renuevos son paraíso de granados, Con frutas escogidas, alheña y nardos, (Cantares 4:13)