Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: 'Miren, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.'
(Lucas 7:34)Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos."
(Lucas 7:35)Uno de los Fariseos pidió a Jesús que comiera con él; y entrando El en la casa del Fariseo, se sentó a la mesa.
(Lucas 7:36)Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
y poniéndose detrás de El a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies y los ungía con el perfume.
(Lucas 7:38)Pero al ver esto el Fariseo que Lo había invitado, dijo para sí: "Si Este fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que Lo está tocando, que es una pecadora."
(Lucas 7:39)Y Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte.""Di, Maestro," le contestó.
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Lucas 7:37 - Referencia Cruzada
No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento."
(Lucas 5:32)Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: 'Dios, ten piedad de mí, pecador.'
(Lucas 18:13)¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?" "El primero," respondieron ellos. Jesús les dijo: "En verdad les digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entran en el reino de Dios antes que ustedes.
(Mateo 21:31)Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
(Lucas 7:37)Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero.
(1 Timoteo 1:15)Y SI EL JUSTO CON DIFICULTAD SE SALVA, ¿QUE SERA DEL IMPIO Y DEL PECADOR?
(1 Pedro 4:18)Entonces Jesús, seis días antes de la Pascua, vino a Betania donde estaba Lázaro, al que Jesús había resucitado de entre los muertos.
(Juan 12:1)Estando El en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; y rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús.
(Marcus 14:3)Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace Su voluntad, a éste oye.
(Juan 9:31)Y los Fariseos y sus escribas se quejaban a los discípulos de Jesús, diciendo: "¿Por qué comen y beben ustedes con los recaudadores de impuestos y con los pecadores?"
(Lucas 5:30)Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: 'Miren, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.'
(Lucas 7:34)Reconozcamos esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los que matan a sus padres o a sus madres, para los asesinos,
(1 Timoteo 1:9)Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,
(Mateo 26:6)Por segunda vez los Judíos llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: "Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es un pecador."
(Juan 9:24)Al ver esto, todos murmuraban: "Ha ido a hospedarse con un hombre pecador."
(Lucas 19:7)Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
(Romanos 5:8)María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y Le secó los pies con sus cabellos.
(Juan 11:2)