Nueva Biblia Latinoamericana
Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. (Lucas 18:36)
Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret. (Lucas 18:37)
Entonces gritó: "¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!" (Lucas 18:38)
Y los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: "¡Hijo de David, ten misericordia de mí!"
Jesús se detuvo y ordenó que lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: (Lucas 18:40)
¿Qué deseas que haga por ti?" "Señor, que recobre la vista," contestó el ciego. (Lucas 18:41)
Jesús entonces le dijo: "Recibe la vista, tu fe te ha sanado." (Lucas 18:42)

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Lucas 18:39 - Referencia Cruzada

Entonces vino Jesús a los discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: "¿Conque no pudieron velar una hora junto a Mí? (Mateo 26:40)
¡Ay de ustedes, intérpretes de la ley! Porque han quitado la llave del conocimiento. Ustedes mismos no entraron, y a los que estaban entrando se lo impidieron." (Lucas 11:52)
Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer: (Lucas 18:1)
Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. (Mateo 7:7)
Salmo de David. Oh SEÑOR, a Ti clamo, apresúrate a venir a mí. Escucha mi voz cuando Te invoco. (Salmos 141:1)
Y traían a Jesús aun a los niños muy pequeños para que los tocara. Al ver esto los discípulos, los reprendían. (Lucas 18:15)
Ustedes me invocarán y vendrán a rogarme, y Yo los escucharé. (Jeremías 29:12)
Mientras Jesús estaba todavía hablando, vino alguien de la casa de Jairo, oficial de la sinagoga, diciendo: "Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro." (Lucas 8:49)
Entonces gritó: "¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!" (Lucas 18:38)
Entonces algunos de los Fariseos de entre la multitud Le dijeron: "Maestro, reprende a Tus discípulos." (Lucas 19:39)
Entonces el hombre dijo: "Suéltame porque raya el alba." "No te soltaré si no me bendices," le respondió Jacob. (Génesis 32:26)
Les digo que aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, no obstante, por su importunidad (insistencia) se levantará y le dará cuanto necesite. (Lucas 11:8)
Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí. (2 Corintios 12:8)