Entonces Jesús lo despidió enseguida amonestándole severamente:
(Marcus 1:43)Mira," le dijo, "no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos."
(Marcus 1:44)Pero él, en cuanto salió comenzó a proclamarlo abiertamente y a divulgar el hecho, a tal punto que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba fuera en lugares despoblados; y venían a El de todas partes.
(Marcus 1:45)Cuando Jesús entró de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa.
Y se reunieron muchos, tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y El les explicaba la palabra.
(Marcus 2:2)Entonces vinieron y Le trajeron un paralítico llevado entre cuatro hombres.
(Marcus 2:3)Como no pudieron acercarse a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde El estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que estaba acostado el paralítico.
(Marcus 2:4)Otras publicaciones relacionadas con "Marcus 2:1":
Marcus 2:1 - Referencia Cruzada
Y unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús.
(Lucas 5:18)Subiendo Jesús en una barca, pasó al otro lado del mar y llegó a Su ciudad.
(Mateo 9:1)Pero él, en cuanto salió comenzó a proclamarlo abiertamente y a divulgar el hecho, a tal punto que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba fuera en lugares despoblados; y venían a El de todas partes.
(Marcus 1:45)Al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.
(Hechos 2:6)Aconteció que al acercarse Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando.
(Lucas 18:35)Levantándose de allí, Jesús se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa, no quería que nadie lo supiera, pero no pudo pasar inadvertido;
(Marcus 7:24)Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a Su encuentro y Le suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte.
(Juan 4:47)