Nueva Biblia Latinoamericana
Otro de los discípulos Le dijo: "Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre." (Mateo 8:21)
Pero Jesús le contestó: "Ven tras Mí, y deja que los muertos entierren a sus muertos." (Mateo 8:22)
Cuando entró Jesús en la barca, Sus discípulos Lo siguieron. (Mateo 8:23)
Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar de Galilea, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido.
Llegándose a El, Lo despertaron, diciendo: "¡Señor, sálvanos , que perecemos!" (Mateo 8:25)
Y El les contestó: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?" Entonces Jesús se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. (Mateo 8:26)
Los hombres se maravillaron, y decían: "¿Quién es Este, que aun los vientos y el mar Lo obedecen?" (Mateo 8:27)

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Mateo 8:24 - Referencia Cruzada

Pero el SEÑOR desató sobre el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco estuvo a punto de romperse. (Jonás 1:4)
Pero mientras ellos navegaban, El se durmió; y una violenta tempestad descendió sobre el lago, y comenzaron a hundirse y corrían peligro. (Lucas 8:23)
Oh afligida, azotada por la tempestad, sin consuelo, Yo asentaré tus piedras en antimonio, Y tus cimientos en zafiros. (Isaías 54:11)
Y Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. (Juan 11:5)
Los que descienden al mar en naves Y hacen negocio sobre las grandes aguas, (Salmos 107:23)
Tres veces he sido golpeado con varas, una vez fui apedreado, tres veces naufragué, y he pasado una noche y un día en lo profundo. (2 Corintios 11:25)
y por causa de ustedes me alegro de no haber estado allí, para que crean; pero vamos a donde está él." (Juan 11:15)
Pero se levantó una violenta tempestad, y las olas se lanzaban sobre la barca de tal manera que ya la barca se llenaba de agua. (Marcus 4:37)
Pero no mucho después, desde tierra comenzó a soplar un viento huracanado que se llama Euroclidón (viento del nordeste), (Hechos 27:14)
y subiendo en una barca, se dirigieron al otro lado del mar, hacia Capernaúm. Ya había oscurecido, y Jesús todavía no había venido adonde ellos estaban; (Juan 6:17)