Nueva Biblia Latinoamericana
Pero esto desagradó a Jonás en gran manera, y se enojó. (Jonás 4:1)
Y oró al SEÑOR: "¡Ah SEÑOR! ¿No era esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis. Porque yo sabía que Tú eres un Dios clemente y compasivo, lento para la ira y rico en misericordia, y que Te arrepientes del mal anunciado . (Jonás 4:2)
Y ahora, oh SEÑOR, Te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida." (Jonás 4:3)
Y el SEÑOR dijo: "¿Tienes acaso razón para enojarte?"
Entonces salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la misma. Allí se hizo un cobertizo y se sentó bajo la sombra de él, hasta ver qué sucedería en la ciudad. (Jonás 4:5)
Y el SEÑOR Dios dispuso que una planta creciera sobre Jonás para que hiciera sombra sobre su cabeza y lo librara de su incomodidad. Y Jonás se alegró grandemente por la planta. (Jonás 4:6)
Pero al rayar el alba del día siguiente Dios dispuso que un gusano atacara la planta, y ésta se secó. (Jonás 4:7)

Otras publicaciones relacionadas con "Jonás 4:4":

Samuel Caraballo
Las consecuencias de nuestras decisiones y acciones
En este artículo, Samuel Caraballo nos habla sobre las consecuencias de nuestras decisiones y acciones, y cómo la historia de Jonás nos enseña acerca de la importancia de la obediencia y la responsabilidad personal en nuestra relación con Dios.


Valerie Gonzalez
Despierta y vete
Artículo sobre la importancia de despertar y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, cambiar nuestras prioridades y reconocer que Dios es el Dios de la tormenta. Se destaca la importancia de la oración y de estar dispuestos a desprendernos de lo que no es importante para lograr nuestro propósito y llevar la salvación a otros.


Jonás 4:4 - Referencia Cruzada

Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará a la tierra que Yo he dado a los Israelitas, porque ustedes se rebelaron contra Mi orden en las aguas de Meriba. (Números 20:24)
Entonces Moisés levantó su mano y golpeó la peña dos veces con su vara, y brotó agua en abundancia, y bebió el pueblo y sus animales. (Números 20:11)
Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; (Santiago 1:19)
También hicieron que El se enojara en las aguas de Meriba, Y le fue mal a Moisés por culpa de ellos, (Salmos 106:32)
Entonces Dios le preguntó a Jonás: "¿Tienes acaso razón para enojarte por causa de la planta?" "Tengo mucha razón para enojarme hasta la muerte," le respondió. (Jonás 4:9)
Pueblo Mío, ¿qué te he hecho, O en qué te he molestado? ¡Respóndeme! (Miqueas 6:3)
¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo que es mío? ¿O es tu ojo malo porque yo soy bueno?' (Mateo 20:15)