Nueva Biblia Latinoamericana
Lo provocaron a ira con sus actos, Y la plaga se desató entre ellos. (Salmos 106:29)
Entonces Finees se levantó e intervino, Y cesó la plaga. (Salmos 106:30)
Y le fue contado por justicia Por todas las generaciones para siempre. (Salmos 106:31)
También hicieron que El se enojara en las aguas de Meriba, Y le fue mal a Moisés por culpa de ellos,
Puesto que fueron rebeldes contra Su Espíritu, Y él habló precipitadamente con sus labios. (Salmos 106:33)
No destruyeron a los pueblos, Como el SEÑOR les había mandado, (Salmos 106:34)
Sino que se mezclaron con las naciones, Aprendieron sus costumbres, (Salmos 106:35)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 106:32":

Dr. Roberto Miranda
Buena semilla, pero mala tierra
El Capítulo 13 de Números relata la historia de los hebreos que se preparan para entrar en la Tierra Prometida, pero la primera generación de hebreos no pudo entrar debido a su incredulidad y falta de fe. Solo Caleb y Josué, quienes le creyeron a Dios, alcanzaron la bendición. Este artículo nos exhorta a convertirnos en tierra fértil para recibir las semillas de bendición que Dios quiere plantar en nosotros.


Gregory Bishop
Cuando tratan de engañarte
El pastor Gregory habla sobre la importancia de consultar a Dios antes de tomar decisiones y mantener nuestra antena espiritual puesta a través de disciplinas espirituales como la oración y la lectura de la Biblia. Además, alienta a tener un tiempo regular de comunión con Dios y a estirar los músculos espirituales a través del ayuno, viviendo por fe y no por vista.


Salmos 106:32 - Referencia Cruzada

¡Cuántas veces se rebelaron contra El en el desierto, Y Lo entristecieron en las soledades! (Salmos 78:40)
Y no había agua para la congregación; y se juntaron contra Moisés y Aarón. (Números 20:2)
El SEÑOR se enojó también contra mí por causa de ustedes y dijo: 'Tampoco tú entrarás allá. (Deuteronomio 1:37)
Y el SEÑOR se enojó conmigo por causa de ustedes, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad. (Deuteronomio 4:21)
El SEÑOR habló a Moisés y a Aarón en el Monte Hor, en la frontera de la tierra de Edom y les dijo: (Números 20:23)
Pero el SEÑOR se enojó conmigo por causa de ustedes, y no me escuchó; y el SEÑOR me dijo: '¡Basta! No Me hables más de esto. (Deuteronomio 3:26)
Y cuando la hayas visto, tú también te reunirás a tu pueblo, como se reunió tu hermano Aarón. (Números 27:13)
En la angustia llamaste, y Yo te rescaté; Te respondí en el escondite del trueno; En las aguas de Meriba te probé. (Selah) (Salmos 81:7)