Nueva Biblia Latinoamericana
Y uno semejante a un hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: "Señor mío, a causa de la visión me ha invadido la angustia y me he quedado sin fuerzas. (Daniel 10:16)
¿Cómo podrá, pues, este siervo de mi señor hablar con uno como mi señor? Porque a mí en este momento no me queda fuerza alguna, ni tampoco me queda aliento." (Daniel 10:17)
Entonces el que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez y me fortaleció, (Daniel 10:18)
y me dijo: "No temas, hombre muy estimado. La paz sea contigo. Sé fuerte y aliéntate." Cuando habló conmigo, recobré las fuerzas, y dije: "Hable mi señor, porque me has fortalecido."
Entonces él dijo: "¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora vuelvo para luchar contra el príncipe de Persia, y cuando yo termine, el príncipe de Grecia vendrá. (Daniel 10:20)
Sin embargo, te declararé lo que está inscrito en el libro de la verdad, pero no hay nadie que se mantenga firme a mi lado contra estas fuerzas, sino Miguel, el príncipe de ustedes. (Daniel 10:21)
Y en el primer año de Darío el Medo, yo mismo me levanté para serle fortalecedor y protector. (Daniel 11:1)

Otras publicaciones relacionadas con "Daniel 10:19":

Dr. Roberto Miranda
Cuando Dios esta presente, pero no le vemos
En este artículo, el autor habla sobre la importancia de tener una perspectiva divina en momentos de crisis y cómo esto nos da poder sobre el enemigo. Se comparte la historia del profeta Eliseo y su criado para ilustrar cómo podemos tener una penetración en el mundo del espíritu y la unción de Dios para neutralizar los poderes demoníacos. También se enfatiza en la necesidad de tener fe en la autoridad de Dios y su capacidad para hacer milagros en nuestras vidas.


Charles Spurgeon
No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.


Daniel 10:19 - Referencia Cruzada

Daniel, hombre muy estimado, entiende las palabras que te voy a decir y ponte en pie, porque ahora he sido enviado a ti," me dijo. Cuando él me dijo estas palabras, me puse en pie temblando. (Daniel 10:11)
Pedro, volviéndose, vio que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y Le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que Te va a entregar?" (Juan 21:20)
Y Elí dijo a Samuel: "Ve y acuéstate, y si El te llama, dirás: 'Habla, SEÑOR, que Tu siervo escucha.'" Y Samuel fue y se acostó en su aposento. (1 Samuel 3:9)
Mientras ellos relataban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: "Paz a ustedes." (Lucas 24:36)
Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría. (Josué 1:6)
Y Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. (Juan 11:5)
Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús. (2 Timoteo 2:1)
Pero ahora, esfuérzate, Zorobabel,' declara el SEÑOR, 'esfuérzate tú también, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y esfuércense todos ustedes, pueblo de la tierra,' declara el SEÑOR, 'y trabajen, porque Yo estoy con ustedes,' declara el SEÑOR de los ejércitos. (Hageo 2:4)
Las hermanas entonces mandaron a decir a Jesús: "Señor, el que Tú amas está enfermo." (Juan 11:3)
Digan a los de corazón tímido: "Esfuércense, no teman, Pues su Dios viene con venganza; La retribución vendrá de Dios mismo, Mas El los salvará." (Isaías 35:4)
Estén alerta, permanezcan firmes en la fe, pórtense varonilmente, sean fuertes. (1 Corintios 16:13)
Y el SEÑOR le dijo: "La paz sea contigo. No temas; no morirás." (Jueces 6:23)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Sean fuertes sus manos, ustedes que escuchan en estos días estas palabras de la boca de los profetas, los cuales hablaron el día en que se pusieron los cimientos de la casa del SEÑOR de los ejércitos para la reedificación del templo. (Zacarías 8:9)
Cuando Lo vi, caí como muerto a Sus pies. Y El puso Su mano derecha sobre mí, diciendo: "No temas, Yo soy el Primero y el Ultimo, (Apocalipsis 1:17)
Entonces el que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez y me fortaleció, (Daniel 10:18)
En el día que invoqué, me respondiste; Me hiciste valiente con fortaleza en mi alma. (Salmos 138:3)
No temas, gusano de Jacob, ustedes hombres de Israel. Yo te ayudaré," declara el SEÑOR, "tu Redentor es el Santo de Israel. (Isaías 41:14)
Como el Padre Me ha amado, así también Yo los he amado; permanezcan en Mi amor. (Juan 15:9)
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza. (Efesios 6:10)
Al principio de tus súplicas se dio la orden, y he venido para explicártela , porque eres muy estimado. Pon atención a la orden y entiende la visión. (Daniel 9:23)
Y cuando Jesús vio a Su madre, y al discípulo a quien El amaba que estaba allí cerca, dijo a Su madre: "¡Mujer, ahí está tu hijo!" (Juan 19:26)
La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo. (Juan 14:27)
Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, Y el que te formó, oh Israel: "No temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú. (Isaías 43:1)
Por eso los Judíos decían: "Miren, cómo lo amaba." (Juan 11:36)
Y sucederá que como fueron maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así los salvaré para que sean bendición. No teman, mas sean fuertes sus manos.' (Zacarías 8:13)
Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo." (Juan 16:33)
¿No te lo he ordenado Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas." (Josué 1:9)
No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia. (Isaías 41:10)
Y El me ha dicho: "Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad." Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. (2 Corintios 12:9)