Nueva Biblia Latinoamericana
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Si en aquellos días esto parece muy difícil a los ojos del remanente de este pueblo, ¿será también muy difícil a Mis ojos?' declara el SEÑOR de los ejércitos. (Zacarías 8:6)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Yo salvaré a Mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra donde se pone el sol; (Zacarías 8:7)
y los traeré y habitarán en medio de Jerusalén; y ellos serán Mi pueblo y Yo seré su Dios en verdad (fidelidad) y en justicia.' (Zacarías 8:8)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Sean fuertes sus manos, ustedes que escuchan en estos días estas palabras de la boca de los profetas, los cuales hablaron el día en que se pusieron los cimientos de la casa del SEÑOR de los ejércitos para la reedificación del templo.
Porque antes de aquellos días no había paga para hombre ni paga para el ganado; y no había paz para el que salía o entraba a causa del enemigo, y Yo puse a todos los hombres unos contra otros. (Zacarías 8:10)
Pero ahora Yo no trataré al remanente de este pueblo como en los días pasados,' declara el SEÑOR de los ejércitos. (Zacarías 8:11)
Porque habrá simiente de paz: la vid dará su fruto, la tierra dará su producto y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo herede todas estas cosas. (Zacarías 8:12)

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Zacarías 8:9 - Referencia Cruzada

Cuando los profetas Hageo y Zacarías, hijo de Iddo, profetizaron a los Judíos que estaban en Judá y en Jerusalén, en el nombre del Dios de Israel que estaba sobre ellos, (Esdras 5:1)
Habla a Zorobabel, gobernador de Judá: 'Yo estremeceré los cielos y la tierra, (Hageo 2:21)
Entonces David dijo a su hijo Salomón: "Esfuérzate, sé valiente y haz la obra; no temas ni te acobardes, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, está contigo. El no te fallará ni te abandonará, hasta que toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR sea acabada. (1 Crónicas 28:20)
Digan a los de corazón tímido: "Esfuércense, no teman, Pues su Dios viene con venganza; La retribución vendrá de Dios mismo, Mas El los salvará." (Isaías 35:4)
El año segundo del rey Darío, en el mes sexto, el día primero del mes, vino la palabra del SEÑOR por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac: (Hageo 1:1)
Entonces prosperarás, si te cuidas de observar los estatutos y ordenanzas que el SEÑOR ordenó a Moisés para Israel. Esfuérzate y sé valiente, no temas ni te acobardes. (1 Crónicas 22:13)
Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría. (Josué 1:6)
Y sucederá que como fueron maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así los salvaré para que sean bendición. No teman, mas sean fuertes sus manos.' (Zacarías 8:13)
Entonces la palabra del SEÑOR de los ejércitos vino a mí: (Zacarías 8:18)
Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús. (2 Timoteo 2:1)
Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito. (Josué 1:8)
Entonces Zorobabel, hijo de Salatiel, el sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y todo el remanente del pueblo, obedecieron la voz del SEÑOR su Dios y las palabras del profeta Hageo, como el SEÑOR su Dios le había mandado. Y temió el pueblo delante del SEÑOR. (Hageo 1:12)
Pero ahora, esfuérzate, Zorobabel,' declara el SEÑOR, 'esfuérzate tú también, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y esfuércense todos ustedes, pueblo de la tierra,' declara el SEÑOR, 'y trabajen, porque Yo estoy con ustedes,' declara el SEÑOR de los ejércitos. (Hageo 2:4)
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