Nueva Biblia Latinoamericana
Como la orden (la palabra del rey) era apremiante (severa) y el horno había sido calentado excesivamente, la llama del fuego mató a los que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed Nego. (Daniel 3:22)
Pero estos tres hombres, Sadrac, Mesac y Abed Nego cayeron, atados, en medio del horno de fuego ardiente. (Daniel 3:23)
Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y levantándose apresuradamente preguntó a sus altos oficiales: "¿No eran tres los hombres que echamos atados en medio del fuego?" "Así es, oh rey," respondieron ellos. (Daniel 3:24)
¡Miren!" respondió el rey. "Veo a cuatro hombres sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir daño alguno, y el aspecto del cuarto es semejante al de un hijo de los dioses."
Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiente y dijo: "Sadrac, Mesac y Abed Nego, siervos del Dios Altísimo, salgan y vengan acá." Entonces Sadrac, Mesac y Abed Nego salieron de en medio del fuego. (Daniel 3:26)
Y los sátrapas, los prefectos, los gobernadores y los altos oficiales del rey se reunieron para ver a estos hombres, cómo el fuego no había tenido efecto alguno sobre sus cuerpos, ni el cabello de sus cabezas se había chamuscado, ni sus mantos habían sufrido daño alguno, ni aun olor del fuego había quedado en ellos. (Daniel 3:27)
Entonces Nabucodonosor dijo: "Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed Nego que ha enviado a Su ángel y ha librado a Sus siervos que, confiando en El, desobedecieron la orden del rey y entregaron sus cuerpos antes de servir y adorar a ningún otro dios excepto a su Dios. (Daniel 3:28)

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Daniel 3:25 - Referencia Cruzada

Cuando cantaban juntas las estrellas del alba, Y todos los hijos de Dios gritaban de gozo? (Job 38:7)
y que fue declarado Hijo de Dios con un acto de poder, conforme al Espíritu de santidad, por (como resultado de) la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 1:4)
Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo, Y si por los ríos, no te cubrirán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, Ni la llama te abrasará. (Isaías 43:2)
Un día, cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del SEÑOR, Satanás (el adversario) vino también entre ellos. (Job 1:6)
Pablo, sin embargo, sacudiendo la mano, arrojó el animal al fuego y no sufrió ningún daño. (Hechos 28:5)
Los Judíos le respondieron: "Nosotros tenemos una ley, y según esa ley El debe morir, porque pretendió ser el Hijo de Dios." (Juan 19:7)
Pero si no lo hace, ha de saber, oh rey, que no serviremos a sus dioses ni adoraremos la estatua de oro que ha levantado." (Daniel 3:18)
El ángel del SEÑOR acampa alrededor de los que Le temen, Y los rescata. (Salmos 34:7)
El ángel le respondió: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios. (Lucas 1:35)
¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién recogió los vientos en Sus puños? ¿Quién envolvió las aguas en Su manto? ¿Quién estableció todos los confines de la tierra? ¿Cuál es Su nombre o el nombre de Su hijo? Ciertamente tú lo sabes. (Proverbios 30:4)
¿Y quién les podrá hacer daño a ustedes si demuestran tener celo por lo bueno? (1 Pedro 3:13)
Entonces Nabucodonosor dijo: "Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed Nego que ha enviado a Su ángel y ha librado a Sus siervos que, confiando en El, desobedecieron la orden del rey y entregaron sus cuerpos antes de servir y adorar a ningún otro dios excepto a su Dios. (Daniel 3:28)
Porque El te libra del lazo del cazador Y de la pestilencia mortal. (Salmos 91:3)
tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien." (Marcus 16:18)