Nueva Biblia Latinoamericana
a los oficiales de Judá, a los oficiales de Jerusalén, a los oficiales de la corte, a los sacerdotes y a todo el pueblo de la tierra que pasaron entre las mitades del becerro. (Jeremías 34:19)
A ellos los entregaré en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan su vida. Sus cadáveres servirán de comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra. (Jeremías 34:20)
Y a Sedequías, rey de Judá, y a sus oficiales los entregaré en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida y en manos del ejército del rey de Babilonia, que se ha retirado de ustedes. (Jeremías 34:21)
Yo daré órdenes,' declara el SEÑOR, 'y los haré volver a esta ciudad, y pelearán contra ella, la tomarán y le prenderán fuego; y haré de las ciudades de Judá una desolación sin habitantes.'"
Palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR en los días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá: (Jeremías 35:1)
Ve a la casa de los Recabitas, habla con ellos, llévalos a la casa del SEÑOR, a una de las cámaras, y dales a beber vino." (Jeremías 35:2)
Entonces tomé a Jaazanías, hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, y a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la casa de los Recabitas, (Jeremías 35:3)

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Jeremías 34:22 - Referencia Cruzada

Entonces el rey se enfureció, y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos asesinos e incendió su ciudad. (Mateo 22:7)
El SEÑOR no pudo soportar más, a causa de la maldad de las obras de ustedes y a causa de las abominaciones que habían cometido. Por eso su tierra fue convertida en ruinas, en objeto de horror y maldición, sin habitantes, como está hoy. (Jeremías 44:22)
Entonces Dios hizo subir contra ellos al rey de los Caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, y no tuvo compasión del joven ni de la virgen, del viejo ni del débil; a todos ellos los entregó en su mano. (2 Crónicas 36:17)
Ha salido el león de la espesura, Y el destructor de naciones se ha puesto en marcha; Ha salido de su lugar Para convertir tu tierra en desolación. Tus ciudades quedarán en ruinas, sin habitantes. (Jeremías 4:7)
Así les dirás: 'Así dice el Señor DIOS: "Vivo Yo, que los que están en los lugares desolados caerán a espada, y los que están en campo abierto los entregaré a las fieras para ser devorados, y los que están en los refugios y en las cuevas, de pestilencia morirán. (Ezequiel 33:27)
Y la tierra será desolada a causa de sus habitantes, Por el fruto de sus obras. (Miqueas 7:13)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: 'Ustedes han visto toda la calamidad que he traído sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá, y que hoy están en ruinas y que en ellas no hay morador alguno, (Jeremías 44:2)
¡Cómo yace solitaria La ciudad de tanta gente! ¡Se ha vuelto como una viuda La grande entre las naciones! ¡La princesa entre las provincias Se ha convertido en tributaria. (Lamentaciones 1:1)
Y los Caldeos volverán y pelearán contra esta ciudad, la capturarán y le prenderán fuego."' (Jeremías 37:8)
Y aconteció que Jerusalén al fin fue tomada. En el año noveno de Sedequías, rey de Judá, en el décimo mes. Cuando vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron. (Jeremías 39:1)
Tus ciudades santas se han vuelto un desierto; Sion se ha convertido en un desierto, Jerusalén en una desolación. (Isaías 64:10)
sino que los dispersé en torbellino entre todas las naciones que no conocían. Y la tierra fue desolada tras ellos, sin que nadie fuera ni viniera; convirtieron la tierra deseable en desolación." (Zacarías 7:14)
Entonces el SEÑOR envió contra Joacim bandas de Caldeos, bandas de Arameos, bandas de Moabitas y bandas de Amonitas. Y las envió contra Judá para destruirla, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de sus siervos los profetas. (2 Reyes 24:2)
Entonces dije: "¿Hasta cuándo, Señor?" Y El respondió: "Hasta que las ciudades estén destruidas y sin habitantes, Las casas sin gente, Y la tierra completamente desolada; (Isaías 6:11)
¿No has oído? Hace mucho tiempo que lo hice, Desde la antigüedad lo había planeado. Ahora he hecho que suceda, Para que conviertas las ciudades fortificadas En montones de ruinas. (Isaías 37:26)
Haré de Jerusalén un montón de ruinas, Una guarida de chacales, Y de las ciudades de Judá una desolación, sin habitante." (Jeremías 9:11)
Y quemó la casa del SEÑOR, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió fuego a toda casa grande. (Jeremías 52:13)
Así dice el SEÑOR a Ciro, Su ungido, A quien he tomado por la diestra, Para someter ante él naciones, Y para desatar lomos de reyes, Para abrir ante él las puertas, Para que no queden cerradas las entradas: (Isaías 45:1)
Todas sus mujeres y sus hijos serán llevados a los Caldeos. Tampoco usted escapará de sus manos, sino que será apresado por la mano del rey de Babilonia, y esta ciudad será incendiada.'" (Jeremías 38:23)
Yo he dado órdenes a Mis consagrados, También he llamado a Mis guerreros, A los que se regocijan de Mi gloria, Para ejecutar Mi ira. (Isaías 13:3)
Si se toca la trompeta en la ciudad, ¿no temblará el pueblo? Si sucede una calamidad en la ciudad, ¿no la ha causado el SEÑOR? (Amós 3:6)
Desolación queda en la ciudad, Y su puerta está hecha pedazos, en ruinas. (Isaías 24:12)
Los Caldeos que atacan esta ciudad entrarán y prenderán fuego a la ciudad y la quemarán, junto con las casas en las que han ofrecido incienso a Baal sobre sus terrazas y han derramado libaciones a otros dioses para provocarme a ira. (Jeremías 32:29)
Los Caldeos prendieron fuego al palacio del rey y a las casas del pueblo y derribaron los muros de Jerusalén. (Jeremías 39:8)
¡Ay de Asiria, vara de Mi ira Y báculo en cuyas manos está Mi indignación! (Isaías 10:5)
se abrió una brecha en la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron y salieron de la ciudad de noche por el camino de la puerta entre los dos muros que había junto al jardín del rey, a pesar de que los Caldeos estaban alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá (del Valle del Jordán). (Jeremías 52:7)
Entonces David dijo a Abisai y a todos sus siervos: "Mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida; ¿cuánto más entonces este Benjamita? Déjenlo, que siga maldiciendo, porque el SEÑOR se lo ha dicho. (2 Samuel 16:11)
Así dice el SEÑOR: 'En este lugar, del cual ustedes dicen: "Es una desolación, sin hombres y sin animales," en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén que están desoladas, sin hombres, sin habitantes y sin animales, se oirá de nuevo (Jeremías 33:10)
Entonces el ángel del SEÑOR respondió: "Oh SEÑOR de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás sin compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales has estado indignado estos setenta años?" (Zacarías 1:12)
Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: "Yo haré volver atrás las armas de guerra que ustedes tienen en sus manos, con las cuales pelean contra el rey de Babilonia y contra los Caldeos que los sitian fuera de los muros, y las reuniré en medio de esta ciudad. (Jeremías 21:4)