Nueva Biblia Latinoamericana
Hijo de hombre, los que viven en estos lugares desolados de la tierra de Israel, dicen: 'Uno solo era Abraham, y poseyó la tierra; así que a nosotros que somos muchos se nos ha dado la tierra en posesión.' (Ezequiel 33:24)
Por tanto, diles: 'Así dice el Señor DIOS: "Ustedes comen carne con sangre, alzan los ojos a sus ídolos mientras derraman sangre. ¿Poseerán entonces la tierra? (Ezequiel 33:25)
Ustedes confían en su espada, cometen abominaciones, cada uno contamina la mujer de su prójimo. ¿Poseerán entonces la tierra?"' (Ezequiel 33:26)
Así les dirás: 'Así dice el Señor DIOS: "Vivo Yo, que los que están en los lugares desolados caerán a espada, y los que están en campo abierto los entregaré a las fieras para ser devorados, y los que están en los refugios y en las cuevas, de pestilencia morirán.
Convertiré la tierra en desolación y en soledad, y cesará el orgullo de su poder; los montes de Israel serán desolados, y nadie pasará por ellos. (Ezequiel 33:28)
Y sabrán que Yo soy el SEÑOR, cuando Yo convierta la tierra en desolación y en soledad por todas las abominaciones que han cometido."' (Ezequiel 33:29)
Pero en cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las entradas de las casas; hablan el uno al otro, cada cual a su hermano, diciendo: 'Vengan ahora, y oigan cual es la palabra que viene del SEÑOR.' (Ezequiel 33:30)

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Ezequiel 33:27 - Referencia Cruzada

David se quedó en el desierto en los refugios, y permaneció en la región montañosa en el desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo entregó en su mano. (1 Samuel 23:14)
Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en un apuro, pues el pueblo estaba en gran aprieto, el pueblo se escondió en cuevas, en matorrales, en peñascos, en sótanos y en fosos. (1 Samuel 13:6)
Hijo de hombre, los que viven en estos lugares desolados de la tierra de Israel, dicen: 'Uno solo era Abraham, y poseyó la tierra; así que a nosotros que somos muchos se nos ha dado la tierra en posesión.' (Ezequiel 33:24)
Y cuando te digan: '¿Adónde iremos?' les responderás: 'Así dice el SEÑOR: "Los destinados para la muerte, a la muerte; Los destinados para la espada, a la espada; Los destinados para el hambre, al hambre, Y los destinados para el cautiverio, al cautiverio."' (Jeremías 15:2)
Y la cisterna donde Ismael había echado todos los cadáveres de los hombres que él había matado por causa de Gedalías, era la que el rey Asa había hecho por causa de Baasa, rey de Israel; Ismael, hijo de Netanías, la llenó de muertos. (Jeremías 41:9)
Una tercera parte de ti morirá de pestilencia o será consumida por el hambre en medio de ti, otra tercera parte caerá a espada alrededor de ti y la otra tercera parte esparciré a todos los vientos, y Yo desenvainaré la espada tras ellos. (Ezequiel 5:12)
Así dice el Señor DIOS: 'Bate tus manos, golpea con tu pie, y di: "¡Ay!, a causa de todas las graves abominaciones de la casa de Israel, que a espada, de hambre y de pestilencia caerán. (Ezequiel 6:11)
Y el poder de Madián prevaleció sobre Israel. Por causa de los Madianitas, los Israelitas se hicieron escondites en las montañas y en las cavernas y en los lugares fortificados. (Jueces 6:2)
Los hombres se meterán en las cuevas de las rocas Y en las hendiduras de la tierra, Ante el terror del SEÑOR Y ante el esplendor de Su majestad, Cuando El se levante para hacer temblar la tierra. (Isaías 2:19)
Ahora pues, sépanlo bien, que morirán a espada, de hambre y de pestilencia en el lugar adonde desean ir a residir. (Jeremías 42:22)
David se fue de allí y se refugió en la cueva de Adulam. Cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, descendieron a él allá. (1 Samuel 22:1)
Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde había una cueva, y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades. Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva. (1 Samuel 24:3)
Quitaré el remanente de Judá que ha decidido entrar en la tierra de Egipto para residir allí, y serán acabados en la tierra de Egipto; caerán a espada, por el hambre serán acabados. Tanto el pequeño como el grande morirán a espada y de hambre. Serán motivo de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio. (Jeremías 44:12)
Sobre los montes de Israel caerás, tú y todas tus tropas y los pueblos que están contigo. Te daré por comida a toda clase de ave de rapiña y a las bestias del campo. (Ezequiel 39:4)