Nueva Biblia Latinoamericana
para que anduvieran como es digno del Dios que los ha llamado a Su reino y a Su gloria. (1 Tesalonicenses 2:12)
Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibieron la palabra de Dios que oyeron de nosotros, la aceptaron no como la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual también hace su obra en ustedes los que creen. (1 Tesalonicenses 2:13)
Pues ustedes, hermanos, llegaron a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea, porque también ustedes padecieron los mismos sufrimientos a manos de sus propios compatriotas, tal como ellos padecieron a manos de los Judíos. (1 Tesalonicenses 2:14)
Estos mataron tanto al Señor Jesús como a los profetas, y a nosotros nos expulsaron, y no agradan a Dios sino que son contrarios a todos los hombres,
impidiéndonos (prohibiéndonos) hablar a los Gentiles para que se salven, con el resultado de que siempre llenan la medida de sus pecados. Pero la ira de Dios ha venido sobre ellos hasta el extremo (totalmente). (1 Tesalonicenses 2:16)
Pero nosotros, hermanos, separados de ustedes por breve tiempo, en persona pero no en espíritu, estábamos muy ansiosos, con profundo deseo de ir a verlos. (1 Tesalonicenses 2:17)
Ya que queríamos ir a ustedes, al menos yo, Pablo, más de una vez; pero Satanás nos lo ha impedido. (1 Tesalonicenses 2:18)

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1 Tesalonicenses 2:15 - Referencia Cruzada

Entonces Amasías dijo a Amós: "Vete, vidente, huye a la tierra de Judá, come allí pan y allí profetiza. (Amós 7:12)
sepan todos ustedes, y todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos, por El, este hombre se halla aquí sano delante de ustedes. (Hechos 4:10)
Y Amán dijo al rey Asuero: "Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de su reino; sus leyes son diferentes de las de todos los demás pueblos, y no guardan las leyes del rey, así que no conviene al rey dejarlos vivos . (Ester 3:8)
y cómo los principales sacerdotes y nuestros gobernantes Lo entregaron a sentencia de muerte y Lo crucificaron. (Lucas 24:20)
Sin embargo, Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, y por eso quedaron tendidos en el desierto. (1 Corintios 10:5)
Así que dan testimonio en contra de ustedes mismos, que son hijos de los que asesinaron a los profetas. (Mateo 23:31)
De modo que son testigos, y aprueban las acciones de sus padres; porque ellos los mataron y ustedes edifican sus sepulcros. (Lucas 11:48)
Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes. (Mateo 5:12)
Sin embargo, debo seguir Mi camino, hoy, mañana y pasado mañana; porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén. (Lucas 13:33)
y dieron muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. (Hechos 3:15)
¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! (Mateo 23:37)
Todo el pueblo contestó: "¡Caiga Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!" (Mateo 27:25)
Este fue entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, y ustedes Lo clavaron en una cruz por manos de impíos y Lo mataron. (Hechos 2:23)
y vi al Señor que me decía: 'Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de Mí.' (Hechos 22:18)
Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. (Mateo 21:35)
¿A cuál de los profetas no persiguieron sus padres? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo, del cual ahora ustedes se hicieron traidores y asesinos; (Hechos 7:52)
Y viendo que esto agradaba a los Judíos, hizo arrestar también a Pedro. Esto sucedió durante los días (la fiesta) de los Panes sin Levadura. (Hechos 12:3)
El Dios de nuestros padres (antepasados) resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron y colgaron en una cruz (un madero). (Hechos 5:30)