Nueva Biblia Latinoamericana
Amas toda palabra destructora, Oh lengua de engaño. (Salmos 52:4)
Pero Dios te destruirá para siempre; Te arrebatará y te arrancará de tu tienda, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah) (Salmos 52:5)
Los justos verán esto y temerán, Y se reirán de él, diciendo: (Salmos 52:6)
Ese es el hombre que no quiso hacer de Dios su refugio, Sino que confió en la abundancia de sus riquezas Y se hizo fuerte en sus malos deseos."
Pero yo soy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre. (Salmos 52:8)
Te daré gracias para siempre por lo que has hecho, Y esperaré en Tu nombre, porque es bueno delante de Tus santos. (Salmos 52:9)
Para el director del coro; según Mahalat. Masquil de David. El necio ha dicho en su corazón: "No hay Dios." Se han corrompido, han cometido injusticias abominables; No hay quien haga el bien. (Salmos 53:1)

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Salmos 52:7 - Referencia Cruzada

Ciertamente Tú los pones en lugares resbaladizos; Los arrojas a la destrucción. (Salmos 73:18)
Los ojos se les saltan de gordura; Se desborda su corazón con sus antojos. (Salmos 73:7)
No confíen ustedes en príncipes, Ni en hijo de hombre en quien no hay salvación. (Salmos 146:3)
Los que te vean te observarán, Te contemplarán, y dirán: '¿Es éste aquel hombre que hacía temblar la tierra, Que sacudía los reinos, (Isaías 14:16)
A un mercader, en cuyas manos hay balanzas falsas, Le gusta oprimir. (Oseas 12:7)
Si he puesto en el oro mi confianza, Y he dicho al oro fino: 'Tú eres mi seguridad;' (Job 31:24)
Así dice el SEÑOR: "Maldito el hombre que en el hombre confía, Y hace de la carne su fortaleza (brazo), Y del SEÑOR se aparta su corazón. (Jeremías 17:5)
Y cuando Jesús salió fuera, llevaba la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: "¡Aquí está el Hombre!" (Juan 19:5)
De los que confían en sus bienes Y se jactan de la abundancia de sus riquezas? (Salmos 49:6)
No hay hombre que tenga potestad para refrenar el viento con el viento, Ni potestad sobre el día de la muerte. No se da licencia en tiempo de guerra, Ni la impiedad salvará a los que la practican. (Eclesiastés 8:8)
Los hombres de baja condición sólo son vanidad, y los de alto rango son mentira; En la balanza suben, Todos juntos pesan menos que un soplo. (Salmos 62:9)
A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. (1 Timoteo 6:17)