Porque batiendo la leche se saca mantequilla, Y apretando la nariz sale sangre, Y forzando la ira se produce pleito.
(Proverbios 30:33)
Palabras del rey Lemuel, oráculo que le enseñó su madre.
(Proverbios 31:1)
¿Qué, hijo mío? ¿Y qué, hijo de mis entrañas? ¿Y qué, hijo de mis votos?
(Proverbios 31:2)
No des tu vigor a las mujeres, Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.
No es para los reyes, oh Lemuel, No es para los reyes beber vino, Ni para los gobernantes desear bebida fuerte;
(Proverbios 31:4)
No sea que beban y olviden lo que se ha decretado, Y perviertan los derechos de todos los afligidos.
(Proverbios 31:5)
Denle bebida fuerte al que está pereciendo, Y vino a los amargados de alma.
(Proverbios 31:6)
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Proverbios 31:3 - Referencia Cruzada
¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Sin embargo, entre tantas naciones no hubo rey como él, y era amado por su Dios, y Dios le había hecho rey sobre todo Israel; pero aún a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras.
(Nehemías 13:26)
La prostitución, el vino y el vino nuevo quitan el juicio.
(Oseas 4:11)
Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe; ni tendrá grandes cantidades de plata y oro.
(Deuteronomio 17:17)
No sea que des tu vigor a otros Y tus años al cruel;
(Proverbios 5:9)
Porque muchas son las víctimas derribadas por ella, Y numerosos los que ha matado.
(Proverbios 7:26)
Pero el rey Salomón, además de la hija de Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, Moabitas, Amonitas, Edomitas, Sidonias e Hititas,
(1 Reyes 11:1)