El rey hizo la plata tan común en Jerusalén como las piedras, e hizo los cedros tan abundantes como los sicómoros que están en el llano.
(1 Reyes 10:27)
Los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Coa, y los mercaderes del rey los adquirían de Coa por cierto precio.
(1 Reyes 10:28)
Un carro de Egipto se importaba por 600 siclos (6.84 kilos) de plata, y un caballo por 150 y de la misma forma los exportaban a todos los reyes de los Hititas y a los reyes de Aram.
(1 Reyes 10:29)
Pero el rey Salomón, además de la hija de Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, Moabitas, Amonitas, Edomitas, Sidonias e Hititas,
de las naciones acerca de las cuales el SEÑOR había dicho a los Israelitas: "No se unirán a ellas, ni ellas se unirán a ustedes, porque ciertamente desviarán su corazón tras sus dioses." Pero Salomón se apegó a ellas con amor.
(1 Reyes 11:2)
Y tuvo 700 mujeres que eran princesas y 300 concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón.
(1 Reyes 11:3)
Porque cuando Salomón ya era viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por completo al SEÑOR su Dios, como había estado el corazón de David su padre.
(1 Reyes 11:4)
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1 Reyes 11:1 - Referencia Cruzada
Aleja de la extraña tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa;
(Proverbios 5:8)
La discreción te librará de la mujer extraña, De la desconocida que lisonjea con sus palabras,
(Proverbios 2:16)
Para librarte de la mujer mala, De la lengua suave de la desconocida.
(Proverbios 6:24)
Fosa profunda es la boca de las mujeres extrañas; El que es maldito del SEÑOR caerá en ella.
(Proverbios 22:14)
Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe; ni tendrá grandes cantidades de plata y oro.
(Deuteronomio 17:17)
No tomarás mujer junto con su hermana, para que sea rival suya, descubriendo su desnudez mientras ésta viva.
(Levítico 18:18)
Tus ojos verán cosas extrañas, Y tu corazón proferirá perversidades.
(Proverbios 23:33)
Entonces Salomón se emparentó con Faraón, rey de Egipto, pues tomó por esposa a la hija de Faraón y la trajo a la ciudad de David mientras acababa de edificar su casa, la casa del SEÑOR y la muralla alrededor de Jerusalén.
(1 Reyes 3:1)
En aquellos días también vi a Judíos que se habían casado con mujeres Asdoditas, Amonitas y Moabitas.
(Nehemías 13:23)
los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban.
(Génesis 6:2)
Así hizo también para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
(1 Reyes 11:8)
Para que te guarden de la mujer extraña, De la desconocida que lisonjea con sus palabras.
(Proverbios 7:5)