Nueva Biblia Latinoamericana
Palabras del rey Lemuel, oráculo que le enseñó su madre. (Proverbios 31:1)
¿Qué, hijo mío? ¿Y qué, hijo de mis entrañas? ¿Y qué, hijo de mis votos? (Proverbios 31:2)
No des tu vigor a las mujeres, Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes. (Proverbios 31:3)
No es para los reyes, oh Lemuel, No es para los reyes beber vino, Ni para los gobernantes desear bebida fuerte;
No sea que beban y olviden lo que se ha decretado, Y perviertan los derechos de todos los afligidos. (Proverbios 31:5)
Denle bebida fuerte al que está pereciendo, Y vino a los amargados de alma. (Proverbios 31:6)
Que beba y se olvide de su pobreza, Y no recuerde más su aflicción. (Proverbios 31:7)

Otras publicaciones relacionadas con "Proverbios 31:4":

Dr. Roberto Miranda
Agua de vida y agua de muerte
El pasaje de Segundo de Reyes capítulo tres nos habla de la complejidad del carácter del rey Josafat y la importancia de mantener una sana distancia del mundo para no dejar que el mundo coloree y determine nuestra forma de conducirnos.


Dr. Roberto Miranda
Una Cita con Cristo : Proverbios 3 (Parte 3)
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda reflexiona sobre Proverbios 3 y nos anima a no olvidar la ley de Dios y guardar sus mandamientos en nuestros corazones. También destaca la importancia de estudiar, memorizar y meditar en la palabra de Dios para vivir una vida alineada con sus enseñanzas.


Proverbios 31:4 - Referencia Cruzada

¡Ay de los héroes para beber vino Y valientes para mezclar bebidas, (Isaías 5:22)
Salieron al mediodía, mientras Ben Adad estaba bebiendo hasta emborracharse en las tiendas junto con los treinta y dos reyes que lo ayudaban. (1 Reyes 20:16)
Salieron los correos apremiados por la orden del rey. El decreto fue promulgado (fue dado al pueblo) en la fortaleza de Susa, y mientras el rey y Amán se sentaron a beber, la ciudad de Susa estaba turbada. (Ester 3:15)
La prostitución, el vino y el vino nuevo quitan el juicio. (Oseas 4:11)
Bienaventurada tú, tierra, cuyo rey es de noble cuna Y cuyos príncipes comen a su debida hora, Para fortalecerse y no para embriagarse. (Eclesiastés 10:17)
Además, el vino traiciona al hombre arrogante, De modo que no se queda en casa. Porque ensancha su garganta como el Seol (región de los muertos), Y es como la muerte, que nunca se sacia; Reúne para sí todas las naciones, Y recoge para sí todos los pueblos. (Habacuc 2:5)
También éstos se tambalean por el vino y dan traspiés por el licor: El sacerdote y el profeta por el licor se tambalean, Están ofuscados por el vino, por el licor dan traspiés; Vacilan en sus visiones, Titubean al pronunciar juicio. (Isaías 28:7)
Cuando Ben Adad oyó esta palabra, estaba bebiendo con los reyes en las tiendas, y dijo a sus siervos: "Tomen posiciones." Y tomaron posiciones contra la ciudad. (1 Reyes 20:12)
Mientras saboreaba el vino, Belsasar ordenó traer los vasos de oro y plata que Nabucodonosor su padre (antepasado) había sacado del templo que estaba en Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas. (Daniel 5:2)
Llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete a sus nobles y comandantes y a los principales de Galilea; (Marcus 6:21)
Ustedes no beberán vino ni licor, ni tú ni tus hijos contigo, cuando entren en la tienda de reunión, para que no mueran. Es un estatuto perpetuo por todas sus generaciones, (Levítico 10:9)
El vino es provocador, la bebida fuerte alborotadora, Y cualquiera que con ellos se embriaga no es sabio. (Proverbios 20:1)
Con su maldad alegran al rey, Y con sus mentiras a los príncipes. (Oseas 7:3)