Nueva Biblia Latinoamericana
Al que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominación. (Proverbios 28:9)
El que extravía a los rectos por el mal camino En su propia fosa caerá, Pero los íntegros heredarán el bien. (Proverbios 28:10)
El rico es sabio ante sus propios ojos, Pero el pobre que es entendido, lo sondea. (Proverbios 28:11)
Cuando los justos triunfan, grande es la gloria, Pero cuando los impíos se levantan, los hombres se esconden.
El que encubre sus pecados no prosperará, Pero el que los confiesa y los abandona hallará misericordia. (Proverbios 28:13)
Cuán bienaventurado es el hombre que siempre teme, Pero el que endurece su corazón caerá en el infortunio. (Proverbios 28:14)
Cual león rugiente y oso agresivo Es el gobernante perverso sobre el pueblo pobre. (Proverbios 28:15)

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Proverbios 28:12 - Referencia Cruzada

¡Ay de ti, tierra, cuyo rey es un muchacho, Y cuyos príncipes banquetean de mañana! (Eclesiastés 10:16)
Recorran las calles de Jerusalén, Y miren ahora, e infórmense; Busquen en sus plazas, A ver si hallan algún hombre, Si hay quien haga justicia, que busque la verdad, Y Yo la perdonaré. (Jeremías 5:1)
Entonces, el día veintitrés del mes séptimo, Salomón envió al pueblo a sus tiendas, gozosos y alegres de corazón por el bien que el SEÑOR había mostrado a David, a Salomón y a Su pueblo Israel. (2 Crónicas 7:10)
Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi mano. Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármela. (1 Samuel 24:11)
Fue, pues, David con los ancianos de Israel y los capitanes sobre miles a traer con alegría el arca del pacto del SEÑOR desde la casa de Obed Edom. (1 Crónicas 15:25)
Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del Monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto, (Lucas 19:37)
Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a espada. Anduvieron de aquí para allá cubiertos con pieles de ovejas y de cabras; destituidos, afligidos, maltratados (Hebreos 11:37)
Cuando los justos aumentan, el pueblo se alegra; Pero cuando el impío gobierna, el pueblo gime. (Proverbios 29:2)
Entonces Mardoqueo salió de la presencia del rey en vestiduras reales de azul y blanco, con una gran corona de oro y un manto de lino fino y púrpura. La ciudad de Susa dio vivas y se regocijó. (Ester 8:15)
Entonces David dijo a toda la asamblea: "Bendigan ahora al SEÑOR su Dios." Y toda la asamblea bendijo al SEÑOR, al Dios de sus padres, y se inclinaron y se postraron ante el SEÑOR y ante el rey. (1 Crónicas 29:20)
Entonces Ezequías habló al corazón de todos los Levitas que mostraban buen entendimiento en las cosas del SEÑOR. Y comieron durante los siete días señalados, sacrificando ofrendas de paz y dando gracias al SEÑOR, Dios de sus padres. (2 Crónicas 30:22)
Hay un mal que he visto bajo el sol, Como error que procede del gobernante: (Eclesiastés 10:5)
Porque el oído que oía me llamaba bienaventurado, Y el ojo que veía daba testimonio de mí; (Job 29:11)
¿No le han contado a mi señor lo que hice cuando Jezabel mató a los profetas del SEÑOR, que escondí a cien de los profetas del SEÑOR de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustenté con pan y agua? (1 Reyes 18:13)
Entonces en aquel día David, por primera vez, puso en manos de Asaf y sus parientes este salmo para dar gracias al SEÑOR: (1 Crónicas 16:7)
Sal de aquí y dirígete hacia el oriente, y escóndete junto al arroyo Querit, que está al oriente del Jordán. (1 Reyes 17:3)
Cuando los impíos se levantan, los hombres se esconden; Pero cuando perecen, los justos se multiplican. (Proverbios 28:28)
Luego el rey ordenó a Jerameel, hijo del rey, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, que prendieran al escriba Baruc y al profeta Jeremías, pero el SEÑOR los escondió. (Jeremías 36:26)
Elías tuvo miedo, y se levantó y se fue para salvar su vida; y vino a Beerseba de Judá y dejó allí a su criado, (1 Reyes 19:3)
Con el bien de los justos, se regocija la ciudad, Y cuando perecen los impíos, hay gritos de alegría. (Proverbios 11:10)