Nueva Biblia Latinoamericana
Oh Dios, los arrogantes se han levantado contra mí, Y una banda de violentos ha buscado mi vida, Y no Te han tenido en cuenta. (Salmos 86:14)
Pero Tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de piedad, Lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad. (Salmos 86:15)
Vuélvete hacia mí, y tenme piedad; Da Tu poder a Tu siervo, Y salva al hijo de Tu sierva. (Salmos 86:16)
Muéstrame una señal de bondad, Para que la vean los que me aborrecen y se avergüencen, Porque Tú, oh SEÑOR, me has ayudado y consolado.
Salmo de los hijos de Coré. Cántico. En los montes santos están Sus cimientos. (Salmos 87:1)
El SEÑOR ama las Puertas de Sion Más que todas las otras moradas de Jacob. (Salmos 87:2)
Cosas gloriosas se dicen de Ti, Oh ciudad de Dios: (Selah) (Salmos 87:3)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 86:17":

Charles Spurgeon
Los consuelos del Señor
Artículo sobre la promesa de Dios de tener misericordia para con los afligidos y la importancia de adorarle con corazones creyentes.


Milagros García Klibansky
Mi Dios es santo
Reflexión sobre la grandeza de Dios y su amor Santo en el Salmo 89 por Milagros García Klibansky.


Charles Spurgeon
Personas favorecidas
En este artículo, Charles Spurgeon reflexiona sobre la importancia de tener un corazón recto para poder disfrutar del favor de Dios y la comunión con Él. El salmista anhela vivir en la presencia de Dios y bendecir siempre su nombre, incluso en momentos difíciles. Spurgeon nos invita a buscar la rectitud y la integridad en todas las cosas para poder disfrutar de la presencia y el favor de Dios.


Salmos 86:17 - Referencia Cruzada

No vemos nuestras señales; Ya no queda profeta, Ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo. (Salmos 74:9)
Para el director del coro. Salmo de David. Esperé pacientemente al SEÑOR, Y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. (Salmos 40:1)
Sean vestidos de oprobio mis acusadores, Y cúbranse con su propia vergüenza como con un manto. (Salmos 109:29)
Entonces Ezequías había preguntado: "¿Cuál será la señal de que subiré a la casa del SEÑOR?" (Isaías 38:22)
entreguen a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. (1 Corintios 5:5)
Pero Tú, oh SEÑOR, ten piedad de mí y levántame, Para que yo les pague como se merecen. (Salmos 41:10)
No te alegres de mí, enemiga mía. Aunque caiga, me levantaré, Aunque more en tinieblas, el SEÑOR es mi luz. (Miqueas 7:8)
Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones, Me volverás a dar vida, Y me levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra. (Salmos 71:20)
No me rechaces en el tiempo de la vejez; No me desampares cuando me falten las fuerzas. (Salmos 71:9)
Y Gedeón Le dijo: "Si he hallado gracia ante Tus ojos, muéstrame una señal de que eres Tú el que hablas conmigo. (Jueces 6:17)