Nueva Biblia Latinoamericana
Acuérdate, oh SEÑOR, de Tu compasión y de Tus misericordias, Que son eternas. (Salmos 25:6)
No Te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones; Acuérdate de mí conforme a Tu misericordia, Por Tu bondad, oh SEÑOR. (Salmos 25:7)
Bueno y recto es el SEÑOR; Por tanto, El muestra a los pecadores el camino. (Salmos 25:8)
Dirige a los humildes en la justicia, Y enseña a los humildes su camino.
Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad Para aquéllos que guardan Su pacto y Sus testimonios. (Salmos 25:10)
Oh SEÑOR, por amor de Tu nombre, Perdona mi iniquidad, porque es grande. (Salmos 25:11)
¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? El le instruirá en el camino que debe escoger. (Salmos 25:12)

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Salmos 25:9 - Referencia Cruzada

Hazme andar por la senda de Tus mandamientos, Porque en ella me deleito. (Salmos 119:35)
Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor? (Hechos 13:10)
Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra. (Mateo 5:5)
Yo ando por el camino de la justicia, Por en medio de las sendas del derecho, (Proverbios 8:20)
El SEÑOR sostiene al afligido Pero humilla a los impíos hasta la tierra. (Salmos 147:6)
Jesús le dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí. (Juan 14:6)
El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí, Porque me ha ungido el SEÑOR Para traer buenas nuevas a los afligidos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, Para proclamar libertad a los cautivos Y liberación a los prisioneros; (Isaías 61:1)
El restaura mi alma; Me guía por senderos de justicia Por amor de Su nombre. (Salmos 23:3)
Enséñame buen juicio y conocimiento, Pues creo en Tus mandamientos. (Salmos 119:66)
Busquen al SEÑOR, Todos ustedes, humildes de la tierra Que han cumplido Sus preceptos; Busquen la justicia, busquen la humildad. Quizá serán protegidos El día de la ira del SEÑOR. (Sofonías 2:3)
sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. (1 Pedro 3:4)
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas. (Santiago 1:21)
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino (de Jesús), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén. (Hechos 9:2)
Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; Te aconsejaré con Mis ojos puestos en ti. (Salmos 32:8)
Con Tu consejo me guiarás, Y después me recibirás en gloria. (Salmos 73:24)
Porque el SEÑOR se deleita en Su pueblo; Adornará de salvación a los afligidos. (Salmos 149:4)
Los pobres comerán y se saciarán; Los que buscan al SEÑOR, Lo alabarán. ¡Viva para siempre el corazón de ustedes! (Salmos 22:26)
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propio entendimiento. (Proverbios 3:5)
por un camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, Su carne, (Hebreos 10:20)
Enséñame a hacer Tu voluntad, Porque Tú eres mi Dios; Tu buen Espíritu me guíe a tierra firme. (Salmos 143:10)
SEÑOR, enséñame Tu camino, Y guíame por senda llana Por causa de mis enemigos. (Salmos 27:11)
mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. (Gálatas 5:23)
Sino que juzgará al pobre con justicia, Y fallará con equidad por los afligidos de la tierra. Herirá la tierra con la vara de Su boca, Y con el soplo de Sus labios matará al impío. (Isaías 11:4)
Este es Mi Siervo, a quien Yo sostengo, Mi escogido, en quien Mi alma se complace. He puesto Mi Espíritu sobre El; El traerá justicia a las naciones. (Isaías 42:1)
Cuando Dios se levantó para juzgar, Para salvar a todos los humildes de la tierra. (Selah) (Salmos 76:9)
Pondré dentro de ustedes Mi espíritu y haré que anden en Mis estatutos, y que cumplan cuidadosamente Mis ordenanzas. (Ezequiel 36:27)
Yo les daré un solo corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. Y quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, (Ezequiel 11:19)
sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y reverencia, (1 Pedro 3:15)