Nueva Biblia Latinoamericana
Pero Tú, oh Dios, harás caer a los malvados en el pozo de la destrucción; Los hombres sanguinarios y engañadores no vivirán la mitad de sus días; Pero yo en Ti confiaré. (Psalm 55:23)
Para el director del coro; según la tonada de "La Paloma Silenciosa de los que Están Lejos." Mictam de David cuando los Filisteos lo prendieron en Gat. Ten piedad de mí, oh Dios, porque el hombre me ha pisoteado; Me oprime combatiéndome todo el día. (Psalm 56:1)
Mis enemigos me han pisoteado todo el día, Porque muchos son los que con soberbia pelean contra mí. (Psalm 56:2)
El día en que temo, Yo en Ti confío.
En Dios, cuya palabra alabo, En Dios he confiado, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? (Psalm 56:4)
Todo el día pervierten mis palabras; Todos sus pensamientos contra mí son para mal. (Psalm 56:5)
Atacan, se esconden, Espían mis pasos, Como esperando para quitarme la vida. (Psalm 56:6)

Other publications related to "Psalm 56:3":

Charles Spurgeon
Wicked men will not bring our downfall
In this article, Charles Spurgeon encourages us to turn to the Lord for protection and guidance despite the presence of wicked people among us.


Charles Spurgeon
No one can harm those who trust the living God
Learn how trust in the living God can protect you from harm and foolish fears.


Psalm 56:3 - Cross Reference

Busqué al SEÑOR, y El me respondió, Y me libró de todos mis temores. (Psalm 34:4)
Porque no queremos que ignoren, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia (provincia occidental de Asia Menor). Porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida. (2 Corinthians 1:8)
David se levantó y huyó aquel día de Saúl, y fue a donde estaba Aquis, rey de Gat. (1 Samuel 21:10)
Para el director del coro. Salmo de David. En el SEÑOR me refugio; ¿Cómo es que ustedes le dicen a mi alma: "Huye como ave al monte? (Psalm 11:1)
Josafat tuvo miedo y se dispuso a buscar al SEÑOR, y proclamó ayuno en todo Judá. (2 Chronicles 20:3)
Angustiado está mi corazón dentro de mí, Y sobre mí han caído los terrores de la muerte. (Psalm 55:4)
Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores. (2 Corinthians 7:5)
Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Pero David se fortaleció en el SEÑOR su Dios. (1 Samuel 30:6)
David tomó en serio estas palabras y temió grandemente a Aquis, rey de Gat. (1 Samuel 21:12)