Nueva Biblia Latinoamericana
Porque yo reconozco mis transgresiones, Y mi pecado está siempre delante de mí. (Salmos 51:3)
Contra Ti, contra Ti sólo he pecado, Y he hecho lo malo delante de Tus ojos, De manera que eres justo cuando hablas, Y sin reproche cuando juzgas. (Salmos 51:4)
Yo nací en iniquidad, Y en pecado me concibió mi madre. (Salmos 51:5)
Tú deseas la verdad en lo más íntimo, Y en lo secreto me harás conocer sabiduría.
Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. (Salmos 51:7)
Hazme oír gozo y alegría, Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado. (Salmos 51:8)
Esconde Tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis iniquidades. (Salmos 51:9)

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Salmos 51:6 - Referencia Cruzada

Haré con ellos un pacto eterno, de que Yo no me apartaré de ellos para hacerles bien, e infundiré Mi temor en sus corazones para que no se aparten de Mí. (Jeremías 32:40)
Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que Lo adoren. (Juan 4:23)
Porque en el hombre interior me deleito con la Ley de Dios, (Romanos 7:22)
Sabiendo yo, Dios mío, que Tú pruebas el corazón y Te deleitas en la rectitud, yo he ofrecido voluntariamente todas estas cosas en la integridad de mi corazón; y ahora he visto con alegría a Tu pueblo, que está aquí, hacer sus ofrendas a Ti voluntariamente. (1 Crónicas 29:17)
¿Quién ha puesto sabiduría en lo más íntimo del ser , O ha dado a la mente inteligencia? (Job 38:36)
Examíname, oh SEÑOR, y pruébame; Escudriña mi mente y mi corazón. (Salmos 26:2)
Pero hay un espíritu en el hombre, Y el soplo del Todopoderoso (Shaddai) le da entendimiento. (Job 32:8)
Haz bien, SEÑOR, a los buenos Y a los rectos de corazón. (Salmos 125:4)
Porque los rectos morarán en la tierra, Y los íntegros permanecerán en ella; (Proverbios 2:21)
Porque no hay sinceridad en lo que dicen; Destrucción son sus entrañas, Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua hablan lisonjas. (Salmos 5:9)
Acérquense a Dios, y El se acercará a ustedes. Limpien sus manos, pecadores; y ustedes de doble ánimo (que dudan), purifiquen sus corazones. (Santiago 4:8)
Pero el SEÑOR dijo a Samuel: "No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; porque Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón." (1 Samuel 16:7)
Porque éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días," declara el SEÑOR. "Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo. (Jeremías 31:33)
¿No me dijo él mismo: 'Es mi hermana'? Y ella también dijo: 'Es mi hermano.' En la integridad de mi corazón y con manos inocentes yo he hecho esto." (Génesis 20:5)
Así hizo Ezequías por todo Judá; y él hizo lo bueno, lo recto y lo verdadero delante del SEÑOR su Dios. (2 Crónicas 31:20)
Pero el Señor le dijo: "Ahora bien, ustedes los Fariseos limpian lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro están llenos de robo y de maldad. (Lucas 11:39)
sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. (1 Pedro 3:4)
Oh, SEÑOR, ¿no buscan Tus ojos la verdad? Tú los heriste, Mas no les dolió; Tú los consumiste, Mas ellos rehusaron recibir corrección. Endurecieron sus rostros más que la roca, Rehusaron arrepentirse. (Jeremías 5:3)
Porque el SEÑOR da sabiduría, De Su boca vienen el conocimiento y la inteligencia. (Proverbios 2:6)
El que anda en integridad y obra justicia, Y habla verdad en su corazón. (Salmos 15:2)
Te ruego, oh SEÑOR, que Te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de Ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante Tus ojos." Y Ezequías lloró amargamente. (2 Reyes 20:3)
Porque nuestra satisfacción es ésta: el testimonio de nuestra conciencia que en la santidad y en la sinceridad que viene de Dios, no en sabiduría carnal sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia ustedes. (2 Corintios 1:12)