Nueva Biblia Latinoamericana
Lávame por completo de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. (Salmos 51:2)
Porque yo reconozco mis transgresiones, Y mi pecado está siempre delante de mí. (Salmos 51:3)
Contra Ti, contra Ti sólo he pecado, Y he hecho lo malo delante de Tus ojos, De manera que eres justo cuando hablas, Y sin reproche cuando juzgas. (Salmos 51:4)
Yo nací en iniquidad, Y en pecado me concibió mi madre.
Tú deseas la verdad en lo más íntimo, Y en lo secreto me harás conocer sabiduría. (Salmos 51:6)
Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. (Salmos 51:7)
Hazme oír gozo y alegría, Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado. (Salmos 51:8)

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Salmos 51:5 - Referencia Cruzada

El SEÑOR percibió el aroma agradable, y dijo el SEÑOR para sí: "Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la intención del corazón del hombre es mala desde su juventud. Nunca más volveré a destruir todo ser viviente como lo he hecho. (Génesis 8:21)
Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. (Juan 3:6)
¿Qué es el hombre para que sea puro, O el nacido de mujer para que sea justo? (Job 15:14)
Cuando Adán había vivido 130 años, engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y le puso por nombre Set. (Génesis 5:3)
Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron. (Romanos 5:12)
Desde la matriz están desviados los impíos; Desde su nacimiento se descarrían los que hablan mentiras. (Salmos 58:3)
¿Quién hará algo limpio de lo inmundo? ¡Nadie! (Job 14:4)
Entre ellos también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente (de los pensamientos), y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. (Efesios 2:3)