Escucha, oh SEÑOR, y ten piedad de mí; Oh SEÑOR, sé Tú mi ayuda."
(Salmos 30:10)Tú has cambiado mi lamento en danza; Has desatado mi ropa de luto y me has ceñido de alegría;
(Salmos 30:11)Para que mi alma Te cante alabanzas y no esté callada. Oh SEÑOR, Dios mío, Te daré gracias por siempre.
(Salmos 30:12)Para el director del coro. Salmo de David. En Ti, oh SEÑOR, me refugio; Jamás sea yo avergonzado; Líbrame en Tu justicia.
Inclina a mí Tu oído, rescátame pronto; Sé para mí roca fuerte, Fortaleza para salvarme.
(Salmos 31:2)Porque Tú eres mi roca y mi fortaleza, Y por amor de Tu nombre me conducirás y me guiarás.
(Salmos 31:3)Me sacarás de la red que en secreto me han tendido; Porque Tú eres mi refugio.
(Salmos 31:4)Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 31:1":
Salmos 31:1 - Referencia Cruzada
El SEÑOR juzga a los pueblos. Júzgame oh SEÑOR, conforme a mi justicia y a la integridad que hay en mí.
(Salmos 7:8)Reyes serán tus tutores, Y sus princesas, tus nodrizas. Rostro en tierra te rendirán homenaje Y el polvo de tus pies lamerán. Y sabrás que Yo soy el SEÑOR, Y que no se avergonzarán los que esperan en Mí.
(Isaías 49:23)En Ti confiaron nuestros padres; Confiaron, y Tú los libraste.
(Salmos 22:4)En Ti, oh SEÑOR, me refugio; Jamás sea yo avergonzado.
(Salmos 71:1)Oh Señor, conforme a todos Tus actos de justicia, apártese ahora Tu ira y Tu furor de Tu ciudad, Jerusalén, Tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y Tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean.
(Daniel 9:16)Salmo de David. Oh SEÑOR, escucha mi oración, Presta oído a mis súplicas, Respóndeme por Tu fidelidad, por Tu justicia;
(Salmos 143:1)Por amor a Tu nombre, SEÑOR, vivifícame; Por Tu justicia, saca mi alma de la angustia.
(Salmos 143:11)Hazme justicia, oh Dios, y defiende mi causa contra una nación impía; Líbrame del hombre engañoso e injusto.
(Salmos 43:1)Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.
(Romanos 5:5)Dios mío, en Ti confío; No sea yo avergonzado, Que no se regocijen sobre mí mis enemigos.
(Salmos 25:2)Pues la Escritura dice: "TODO EL QUE CREE EN EL NO SERA AVERGONZADO."
(Romanos 10:11)