Nueva Biblia Latinoamericana
Dios viene de Temán, Y el Santo, del Monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, Y de Su alabanza está llena la tierra. (Habacuc 3:3)
Su resplandor es como la luz; Tiene rayos que salen de Su mano, Y allí se oculta Su poder. (Habacuc 3:4)
Delante de El va la pestilencia, Y la plaga sigue Sus pasos. (Habacuc 3:5)
Se detuvo, e hizo temblar la tierra, Miró e hizo estremecerse a las naciones. Sí, se desmoronaron los montes perpetuos, Se hundieron las colinas antiguas. Sus caminos son eternos.
Bajo aflicción vi las tiendas de Cusán, Temblaban las tiendas de la tierra de Madián. (Habacuc 3:7)
¿Te indignaste, SEÑOR, contra los ríos? ¿Contra los ríos fue Tu ira, Contra el mar Tu furor, Cuando montaste en Tus caballos, En Tus carros de victoria? (Habacuc 3:8)
Tu arco fue desnudado por completo, Las varas de castigo fueron juradas. (Selah) Con ríos hendiste la tierra. (Habacuc 3:9)

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Isaías Rivera
¿De dónde viene mi socorro?
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Habacuc 3:6 - Referencia Cruzada

Si acornea a un hijo o a una hija, será enjuiciado según la misma ley. (Éxodo 21:31)
Alcen los ojos a los cielos, Y miren la tierra abajo. Porque los cielos como humo se desvanecerán, Y la tierra como un vestido se gastará. Sus habitantes como mosquitos morirán, Pero Mi salvación será para siempre, Y Mi justicia no disminuirá. (Isaías 51:6)
Las bendiciones de tu padre Han sobrepasado las bendiciones de mis antepasados Hasta el límite de los collados eternos; Sean ellas sobre la cabeza de José, Y sobre la cabeza del consagrado de entre sus hermanos. (Génesis 49:26)
Los montes tiemblan ante El, Y los collados se derriten. Sí, en Su presencia se levanta la tierra, El mundo y todos los que en él habitan. (Nahúm 1:5)
Te vieron los montes y temblaron, El diluvio de aguas pasó; Dio el abismo su voz, Levantó en alto sus manos. (Habacuc 3:10)
Hirió a los primogénitos de Egipto, Tanto de hombre como de animal. (Salmos 135:8)
El remanente de Jacob Será entre las naciones, En medio de muchos pueblos, Como león entre las fieras de la selva, Como leoncillo entre los rebaños de ovejas, Que si pasa, Pisotea y desgarra, Y no hay quien libre. (Miqueas 5:8)
Los montes saltaron como carneros, Y los collados como corderitos. (Salmos 114:4)
A todos estos reyes y sus territorios los capturó Josué de una vez, porque el SEÑOR, Dios de Israel, combatía por Israel. (Josué 10:42)
De uno solo, Dios hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la superficie de la tierra, habiendo determinado sus tiempos y las fronteras de los lugares donde viven, (Hechos 17:26)
Antes que los montes fueran engendrados, Y nacieran la tierra y el mundo, Desde la eternidad y hasta la eternidad, Tú eres Dios. (Salmos 90:2)
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. (Hebreos 13:8)
Por mucho tiempo Josué estuvo en guerra con todos estos reyes. (Josué 11:18)
Tú los traerás y los plantarás en el monte de Tu heredad, El lugar que has hecho para Tu morada, oh SEÑOR, El santuario, oh Señor, que Tus manos han establecido. (Éxodo 15:17)
¿Por qué miran con envidia, oh montes de muchos picos, Al monte que Dios ha deseado para morada Suya? Ciertamente el SEÑOR habitará allí para siempre. (Salmos 68:16)
Porque como a vestido se los comerá la polilla, Y como a lana se los comerá la larva. Pero Mi justicia durará para siempre, Y Mi salvación por todas las generaciones." (Isaías 51:8)
El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán. (Mateo 24:35)
Y DE GENERACION EN GENERACION ES SU MISERICORDIA PARA LOS QUE LE TEMEN. (Lucas 1:50)
Entonces el SEÑOR habló a Moisés: (Números 34:1)
También les diste reinos y pueblos, Y se los repartiste con sus límites. Tomaron posesión de la tierra de Sehón, rey de Hesbón, Y la tierra de Og, rey de Basán. (Nehemías 9:22)
Sus pies se posarán aquel día en el Monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén, al oriente; y el Monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. (Zacarías 14:4)
Cuando el Altísimo dio a las naciones su herencia, Cuando separó los hijos del hombre, Fijó los límites de los pueblos Según el número de los Israelitas. (Deuteronomio 32:8)
Los montes se estremecieron ante la presencia del SEÑOR, Aquel Sinaí, ante la presencia del SEÑOR, Dios de Israel. (Jueces 5:5)
¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras! Si los montes se estremecieran ante Tu presencia (Isaías 64:1)
Pero la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que Le temen, Y su justicia para los hijos de los hijos, (Salmos 103:17)
Con lo mejor de los montes antiguos Y con lo escogido de los collados eternos; (Deuteronomio 33:15)