Nueva Biblia Latinoamericana
A causa de todos mis adversarios, he llegado a ser objeto de oprobio, Especialmente para mis vecinos, Y causa de espanto para mis conocidos; Los que me ven en la calle huyen de mí. (Salmos 31:11)
Como un muerto soy olvidado, sin ser recordado, Soy semejante a un vaso roto. (Salmos 31:12)
Porque he oído la calumnia de muchos, El terror está por todas partes; Mientras traman juntos contra mí, Planean quitarme la vida. (Salmos 31:13)
Pero yo, oh SEÑOR, en Ti confío; Digo: "Tú eres mi Dios."
En Tu mano están mis años; Líbrame de la mano de mis enemigos, y de los que me persiguen. (Salmos 31:15)
Haz resplandecer Tu rostro sobre Tu siervo; Sálvame en Tu misericordia. (Salmos 31:16)
Oh SEÑOR, no sea yo avergonzado, porque a Ti clamo; Sean avergonzados los impíos; que desciendan en silencio al Seol. (Salmos 31:17)

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Salmos 31:14 - Referencia Cruzada

El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; Mi Dios, mi roca en quien me refugio; Mi escudo y el poder de mi salvación, mi altura inexpugnable. (Salmos 18:2)
Y yo Te daré gracias con el arpa, Cantaré Tu verdad, Dios mío; A Ti cantaré alabanzas con la lira, Oh Santo de Israel. (Salmos 71:22)
Y alrededor de la hora novena (3 p.m.), Jesús exclamó a gran voz, diciendo: "ELI, ELI, ¿LEMA SABACTANI?" Esto es: "DIOS MIO, DIOS MIO, ¿POR QUE ME HAS ABANDONADO?" (Mateo 27:46)
El día en que temo, Yo en Ti confío. (Salmos 56:3)
Jesús le dijo: "Suéltame (No Me agarres) porque todavía no he subido al Padre; pero ve a Mis hermanos, y diles: 'Subo a Mi Padre y Padre de ustedes, a Mi Dios y Dios de ustedes.'" (Juan 20:17)
¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues Lo he de alabar otra vez. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios! (Salmos 43:5)
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá. Oh Dios, Tú eres mi Dios; Te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de Ti, mi carne Te anhela Cual tierra seca y árida donde no hay agua. (Salmos 63:1)
Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: "Padre Mío, si esta copa no puede pasar sin que Yo la beba, hágase Tu voluntad." (Mateo 26:42)
Para el director del coro; sobre ajelet Hasahar. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? (Salmos 22:1)
Oh Dios, no estés lejos de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme. (Salmos 71:12)
Mictam de David. Protégeme, oh Dios, pues en Ti me refugio. (Salmos 16:1)
Dije al SEÑOR: "Tú eres mi Dios; Escucha, oh SEÑOR, la voz de mis súplicas. (Salmos 140:6)
Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: "Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras ." (Mateo 26:39)