Nueva Biblia Latinoamericana
Pero a la hora de la ofrenda de la tarde, me levanté de mi humillación con mi vestido y mi manto rasgados, y caí de rodillas y extendí mis manos al SEÑOR mi Dios; (Esdras 9:5)
y dije: "Dios mío, estoy avergonzado y confuso para poder levantar mi rostro a Ti, mi Dios, porque nuestras iniquidades se han multiplicado por encima de nuestras cabezas, y nuestra culpa ha crecido hasta los cielos. (Esdras 9:6)
Desde los días de nuestros padres hasta el día de hoy hemos estado bajo gran culpa, y a causa de nuestras iniquidades, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en mano de los reyes de estas tierras, a la espada, al cautiverio, al saqueo y a la vergüenza pública, como en este día. (Esdras 9:7)
Pero ahora, por un breve momento, ha habido misericordia de parte del SEÑOR nuestro Dios, para dejarnos un remanente que ha escapado y darnos un refugio en Su lugar santo, para que nuestro Dios ilumine nuestros ojos y nos conceda un poco de vida en nuestra servidumbre.
Porque siervos somos; pero en nuestra servidumbre, nuestro Dios no nos ha abandonado, sino que ha extendido Su misericordia sobre nosotros ante los ojos de los reyes de Persia, dándonos ánimo para levantar la casa de nuestro Dios y para restaurar sus ruinas, y dándonos una muralla en Judá y en Jerusalén. (Esdras 9:9)
Y ahora, Dios nuestro, ¿qué diremos después de esto? Porque hemos abandonado Tus mandamientos, (Esdras 9:10)
que por medio de Tus siervos los profetas nos ordenaste: 'La tierra a la cual ustedes entran para poseerla es una tierra inmunda con la impureza de los pueblos de estas tierras, con sus abominaciones que la han llenado de un extremo a otro, y con su impureza. (Esdras 9:11)

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Esdras 9:8 - Referencia Cruzada

Los que a El miraron, fueron iluminados; Sus rostros jamás serán avergonzados. (Salmos 34:5)
Nos dará vida después de dos días, Al tercer día nos levantará Y viviremos delante de El. (Oseas 6:2)
¿No volverás a darnos vida Para que Tu pueblo se regocije en Ti? (Salmos 85:6)
Isaías también exclama en cuanto a Israel: "AUNQUE EL NUMERO DE LOS HIJOS DE ISRAEL SEA COMO LA ARENA DEL MAR, sólo EL REMANENTE SERA SALVO; (Romanos 9:27)
Si el SEÑOR de los ejércitos No nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, Seríamos como Sodoma, Y semejantes a Gomorra. (Isaías 1:9)
Les daré en Mi casa y en Mis muros un lugar, Y un nombre mejor que el de hijos e hijas. Les daré nombre eterno que nunca será borrado. (Isaías 56:5)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Si en aquellos días esto parece muy difícil a los ojos del remanente de este pueblo, ¿será también muy difícil a Mis ojos?' declara el SEÑOR de los ejércitos. (Zacarías 8:6)
Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos bien clavados las de los maestros de estas colecciones, dadas por un Pastor. (Eclesiastés 12:11)
Tal vez el SEÑOR tu Dios oirá todas las palabras del Rabsaces, a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y lo reprenderá por las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído. Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda.'" (2 Reyes 19:4)
Oh SEÑOR, he oído lo que se dice de Ti y temí. Aviva, oh SEÑOR, Tu obra en medio de los años, En medio de los años dala a conocer; En la ira, acuérdate de tener compasión. (Habacuc 3:2)
Pero Jonatán no había oído cuando su padre puso al pueblo bajo juramento; por lo cual extendió la punta de la vara que llevaba en su mano, la metió en un panal de miel y se llevó la mano a la boca, y brillaron sus ojos. (1 Samuel 14:27)
Te ruego, oh Señor, que Tu oído esté atento ahora a la oración de Tu siervo y a la oración de Tus siervos que se deleitan en reverenciar Tu nombre. Haz prosperar hoy a Tu siervo, y concédele favor delante de este hombre." Era yo entonces copero del rey. (Nehemías 1:11)
Entonces Jonatán dijo: "Mi padre ha traído dificultades a esta tierra. Vean ahora cómo brillan mis ojos porque probé un poco de esta miel. (1 Samuel 14:29)
Aunque yo ande en medio de la angustia, Tú me vivificarás; Extenderás Tu mano contra la ira de mis enemigos, Y Tu diestra me salvará. (Salmos 138:7)
Sin embargo, en ella quedarán sobrevivientes, hijos e hijas que serán sacados. Saldrán hacia ustedes y verán su conducta y sus obras; entonces serán consolados de la calamidad que he traído contra Jerusalén, de todo lo que he traído sobre ella. (Ezequiel 14:22)
Al vencedor le haré una columna en el templo de Mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de Mi Dios y el nombre de la ciudad de Mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de Mi Dios, y Mi nombre nuevo. (Apocalipsis 3:12)
Para rescatar su alma de la fosa, Para que sea iluminado con la luz de la vida. (Job 33:30)
Y el remanente de la casa de Judá que se salve, de nuevo echará raíces por debajo y dará fruto por arriba. (2 Reyes 19:30)
Porque siervos somos; pero en nuestra servidumbre, nuestro Dios no nos ha abandonado, sino que ha extendido Su misericordia sobre nosotros ante los ojos de los reyes de Persia, dándonos ánimo para levantar la casa de nuestro Dios y para restaurar sus ruinas, y dándonos una muralla en Judá y en Jerusalén. (Esdras 9:9)
Sin embargo dejaré un remanente, porque tendrán entre las naciones a los que escaparon de la espada cuando estén esparcidos por las tierras. (Ezequiel 6:8)
Lo clavaré como clavija en lugar seguro, Y será un trono de gloria para la casa de su padre. (Isaías 22:23)
Y después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras y nuestra gran culpa, puesto que Tú, nuestro Dios, nos has pagado menos de lo que nuestras iniquidades merecen, y nos has dado un remanente que ha escapado como éste, (Esdras 9:13)
De Judá saldrá la piedra angular, De él la clavija, De él el arco de guerra, De él todo gobernante; todos juntos. (Zacarías 10:4)
Porque así dice el Alto y Sublime Que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: "Yo habito en lo alto y santo, Y también con el contrito y humilde de espíritu, Para vivificar el espíritu de los humildes Y para vivificar el corazón de los contritos. (Isaías 57:15)
Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: 'Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos.' (Ezequiel 37:11)
y dijeron al profeta Jeremías: "Llegue ahora ante ti nuestra súplica, y ruega al SEÑOR tu Dios por nosotros, por todo este remanente, porque quedamos pocos de muchos que éramos, como pueden ver tus ojos, (Jeremías 42:2)
Así que no quedará quien escape ni quien sobreviva del remanente de Judá que ha entrado en la tierra de Egipto para residir allí, para luego volver a la tierra de Judá a la cual anhelan volver a fin de morar allí, porque ninguno volverá, excepto unos pocos fugitivos.'" (Jeremías 44:14)
Y de la misma manera, también ha quedado en el tiempo presente un remanente conforme a la elección de la gracia de Dios. (Romanos 11:5)
Considera y respóndeme, oh SEÑOR, Dios mío; Ilumina mis ojos, no sea que duerma el sueño de la muerte; (Salmos 13:3)
Porque habrá simiente de paz: la vid dará su fruto, la tierra dará su producto y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo herede todas estas cosas. (Zacarías 8:12)
Pero en Tu gran compasión no los Exterminaste ni los abandonaste, Porque Tú eres un Dios clemente y compasivo. (Nehemías 9:31)