Dios no desperdicia nada en tu vida
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En Hechos 13:1-3 vemos la iglesia de Antioquía, donde había profetas y maestros ministrando al Señor. El Espíritu Santo escogió a Bernabé y a Saulo para una obra especial, y después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los despidieron. Este capítulo marca un momento clave en la vida de la iglesia primitiva, ya que es el envío formal y el reconocimiento público del ministerio del gran Apóstol Pablo. Dios preparó a Saulo desde su educación farisaica hasta su encuentro con Ananías y su llamado al servicio del Señor. Así como Dios formó a Moisés en su educación y en el desierto, también nos forma en tiempos de quietud y escuchando su voz. Debemos aprender a esperar el momento de Dios y no apresurarnos en nuestros ministerios.
El autor habla sobre la importancia de esperar el momento de Dios en lugar de apresurarse y presionar a los líderes de la iglesia para obtener un ministerio. También enfatiza la necesidad de discernir el momento de Dios cuando sientes un impulso de hacer algo para el Reino de Dios. El autor aconseja nutrir esa visión y esperar pacientemente por el momento de Dios. Además, habla sobre la importancia de ser fieles en el lugar donde Dios nos ha puesto y ofrecer lo mejor de nosotros como un holocausto al Señor, incluso en las tareas cotidianas. El autor también destaca la importancia de dar oportunidades a las personas y de leer el llamado y la dotación de Dios en ellas, más allá de sus errores del pasado.
En resumen, la adoración y el servicio al Señor no se limitan solo a cantar y dar dinero, sino que abarca todo lo que hacemos en nuestra vida diaria. Debemos esforzarnos por ser fieles donde Dios nos ha puesto y hacerlo con pasión, discerniendo su espíritu. Debemos revisar nuestra vida y asegurarnos de que todo lo que hacemos honra a Dios y es nuestra adoración hacia él. Si Dios nos llama a algo más grande, estaremos listos porque hemos sido fieles en lo poco. Debemos consagrarnos a Dios diariamente y ofrecerle un sacrificio agradable en todo lo que hacemos.Hechos 13, 1─3 de la palabra del Señor, y tome todo esto que usted ha recibido desde el tiempo de las oraciones al inicio mismo del servicio y después el tiempo de adoración, tan hermoso, la ministración que recibimos aquí adelante, trajimos nuestras necesidades delante de Dios. Nuestra meditación sobre los negocios del Señor y la vida cotidiana de la iglesia que se da.
Ayer mismo estuvimos aquí, como decía Rosmar, cantidad de cosas que están pasando, hubo talleres de hujieres, de entrenamiento para mentores de jóvenes que están siendo transformadas sus vidas en muchas maneras por los ministerios sociales de la iglesia. Había gente estudiando el curso de mayordomía, crown ministries, y siendo transformadas sus vidas financieras por esto. Había un entrenamiento de hujieres aquí donde yo estuve participando. El hermano Jonatán estuvo dando una presentación. Una cantidad grande de los hujieres que ministran todos los domingos en la iglesia recibiendo el entrenamiento, su vida siendo enriquecidas por una palabra práctica de parte del Señor.